Odio la pesca, y no puedo imaginar por qué alguien querrÃa caminar cuando se puede obtener en el coche y conducir.
Se puede hablar de lo que se ve desde el exterior, es difÃcil para mà decir quién soy cuando estás mirándome con un uniforme de fútbol. Es una persona totalmente diferente. Ese es mi trabajo, eso es todo.
Cuando se es joven, nada es más importante que el fútbol, ??pero a medida que envejece, se casan, tienen hijos y perder a la gente. Entonces te das cuenta de que su familia es más importante. Esto viene con la edad.
Haz sólo lo que amas y serás feliz, y el que hace lo que ama, está benditamente condenado al éxito, que llegará cuando deba llegar, porque lo que debe ser será, y llegará naturalmente.
Nacemos para vivir, por eso el capital más importante que tenemos es el tiempo, es tan corto nuestro paso por este planeta que es una pésima idea no gozar cada paso y cada instante, con el favor de una mente que no tiene limites y un corazón que puede amar mucho más de lo que suponemos.
Borra el pasado para no repetirlo, para no tratarte como te trataron ellos; pero no los culpes, porque nadie puede enseñar lo que no sabe, perdónalos y te liberarás de esas cadenas.
Y que no te confundan unos pocos homicidas y suicidas, el bien es mayorÃa pero no se nota porque es silencioso, una bomba hace más ruido que una caricia, pero por cada bomba que le destruya hay millones de caricias que alimenta a la vida.
Perdona a todos y perdónate a ti mismo, no hay liberación más grande que el perdón; no hay nada como vivir sin enemigos. Nada peor para la cabeza, y por lo tanto para el cuerpo, que el miedo, la culpa, el resentimiento y la crÃtica (agotadora y vana tarea), que te hace juez y cómplice de lo que te disgusta.
Como los budistas, sé que la palabra no es el hecho. Si digo manzana no es la maravilla innombrable que enamora el verano, si digo árbol apenas me acerco a lo que saben las aves, el caballo siempre fue y será lo que es sin saber que asà lo nombro.
De mi madre aprendà que nunca es tarde, que siempre se puede empezar de nuevo; ahora mismo le puedes decir basta a los hábitos que te destruyen, a las cosas que te encadenan, a la tarjeta de crédito, a los noticieros que te envenenan desde la mañana, a los que quieren dirigir tu vida por el camino perdido.