EstadÃsticamente, yo dirÃa que hay casi tantos figura gay patinadores ya que hay jugadores de fútbol gay. La mayorÃa son rectas. No son sólo esas pocas excepciones, y esos son los que han conseguido y recogido en seguida en los últimos años.
El matrimonio de mis padres era muy rocosa. Siempre estaban discutiendo. Cuando se separaron cuando yo estaba en mis 20 años, mi hermano y yo estábamos encantados porque sabÃamos que no eran el uno para el otro.
No me importa lo que digan de mà cuando estoy a través de los deportes. No quiero ser conocido como ninguna otra cosa en la vida, pero un gran padre.
Es parte de la tendencia general de la polÃtica equivocada de que nuestro paÃs está orientada a una economÃa de armamento que fue criado en una psicosis inducida artificialmente, de histeria de guerra y nutrida en una incesante propaganda de miedo.
EconomÃa tiene que ponerse en movimiento, tenemos que conseguir la tasa de desempleo. Ese puede ser el problema de la definición de la campaña.
Me di cuenta de lo que estaba ocurriendo, pero la mayorÃa de la gente no se dio cuenta lo que estaba ocurriendo. Quiero decir, ya que como trabajador por cuenta propia, cuando hay una recesión o una reducción en la economÃa, creemos que primero. Debido a que muchos de los trabajadores autónomos prestan servicios que no son esenciales.
China está paralizando nuestra economÃa industrial y la eliminación de nuestros puestos de trabajo por las inundaciones ilegalmente nuestros mercados.
Todo lo que puedo decir es que con las empresas y los intereses de cualquiera de las partes antes de mÃ, voy a considerar y aplicar la ley como está escrito en el Congreso e informó a los precedentes.
Desde el edificio del Capitolio de los EE.UU. a la Casa Blanca, los sÃmbolos nacionales que representan la libertad para muchos de nosotros, fueron construidas por personas que eran cualquier cosa menos libre.
Nunca he destinado a ser controvertido, pero es muy fácil de ser controversial en la música pop, porque nadie lo es.
Sólo él tiene la vocación para la polÃtica que está seguro de que no va a desmoronarse cuando el mundo desde su punto de vista es demasiado estúpido o base de lo que quiere ofrecer. Sólo aquel que frente a todo esto se puede decir que a pesar de todo! tiene la vocación para la polÃtica.
No, no soy homosexual. Si yo fuera homosexual, yo esperarÃa que tendrÃa el coraje de decirlo. ¿Qué cruel es que se me obliga a decir que no soy un homosexual. Esto significa que usted está poniendo homosexuales hacia abajo. Yo no quiero hacer eso.
El amor es como el fuego; suelen ver antes el humo los que están fuera, que las llamas los que están dentro.
Bien sé que las mujeres aman, por lo regular, a quienes lo merecen menos. Es que las mujeres prefieren hacer limosnas a dar premios.
Nada fortifica tanto las almas como el silencio; que es como una oración Ãntima en que ofrecemos a Dios nuestras tristezas.
Mucha buena gente que serÃa incapaz de robarnos el dinero, nos roba sin escrúpulo alguno el tiempo que necesitamos para ganarlo.
El ajedrez, interesantÃsimo; es juego de dioses: ¡manejar a nuestro antojo un mundo en pequeño con todas sus figuras! Quién sabe si el mundo no será en resumidas cuentas más que eso, un gran tablero de ajedrez al que unos seres superiores juegan con nosotros como nosotros jugamos con las figuras del ajedrez.
En asuntos de amor los locos son los que tienen más experiencia. De amor no preguntes nunca a los cuerdos; los cuerdos aman cuerdamente, que es como no haber amado nunca.
Creedlo, para hacernos amar no debemos preguntar nunca a quien nos ama: ¿Eres feliz?, sino decirle siempre: ¡Qué feliz soy!.
Yo podrÃa ser el último paria de mi reino, un leproso abandonado por todos, sin recuerdo y sin esperanza de goce alguno, y aún quisiera vivir.
Muchos creen que tener talento es una suerte; nadie que la suerte pueda ser cuestión de tener talento.
Si murmurar la verdad aún puede ser la justicia de los débiles, la calumnia no puede ser otra cosa que la venganza de los cobardes.
La peor verdad sólo cuesta un gran disgusto. La mejor mentira cuesta muchos disgustos pequeños y al final, un disgusto grande.
No hay ninguna lectura peligrosa. El mal no entra nunca por la inteligencia cuando el corazón está sano.
En la vida, lo más triste, no es ser del todo desgraciado, es que nos falte muy poco para ser felices y no podamos conseguirlo.
Es tan fea la envidia que siempre anda por el mundo disfrazada, y nunca más odiosa que cuando pretende disfrazarse de justicia.
A perdonar sólo se aprende en la vida cuando a nuestra vez hemos necesitado que nos perdonen mucho.