Frases de Marcel Proust
Para mí, las películas y la música van de la mano. Cuando estoy escribiendo un guión, una de las primeras cosas que hago es encontrar la música que voy a jugar con la secuencia de apertura.
Te daré gracias, Señor mi Dios, con todo mi corazón y glorificaré tu nombre para siempre. Porque grande es tu misericordia para conmigo.
Uno debe ser muy particular acerca de decir la verdad. A través de la verdad se puede realizar a Dios.
Hubo momentos, especialmente cuando viajaba de 'Eat, Pray, Love ', cuando, lo juro por Dios, me sentiría este peso de mis antepasados ??femeninos, todos esos farmwives suecos de ultratumba que estaban como,' ¡Vaya! Ir a Nápoles! Coma más pizza! Ir a la India, montar un elefante! ¡Hazlo! Nadar en el océano Índico. Leer esos libros. Aprende un idioma.
Una de las mayores motivaciones para mí con la escritura de mis libros es el de ofrecer un poco de escapismo niñas, especialmente las niñas que realmente lo necesitan, como lo hice yo.
Si la Internet nos enseña algo, es que un gran valor viene de dejar los recursos básicos de un bien común, que son gratis para que las personas se basan en como mejor les parezca.
Si el patinaje se metió en los Juegos Olímpicos, yo estaría tentado a mantenerse a distancia de trituración durante un año y acaba de patinar, hacer que mi nueva meta. En este deporte, sigo siendo el más débil.
Cuando era joven, fui a París y absorbía muchas horas de conocimiento film de Robert Hakim en mis esfuerzos para convertirse en un productor.
Que el estado del conocimiento en cualquier país va a ejercer una influencia directiva sobre el sistema general de enseñanza adoptada en ella, es un principio demasiado obvio para requerir una investigación.
Todos coincidimos en que su ajuste sea tan feliz como sea posible, y no necesitamos instructor para enseñarnos este Conocimiento, 'tis nace con nosotros, y es inseparable de nuestro ser, pero necesitamos mucho para ser lo que es Inform'd el verdadero camino a la felicidad.
Si la educación y los estudios de los niños se adaptan a sus gustos y capacidades, muchos se hicieron miembros útiles de la sociedad que de otra manera harían ninguna figura en el mismo.
Al nominar a Chuck Hagel para ser su secretario de Defensa, el presidente Obama es la presentación de un contrarian distante que no sufre tontos - un político de lucha que se considera por encima de la política.
Bueno, para mí la cuestión a favor de la vida ha sido algo que he sido muy apasionado desde los años 70, y he estado muy involucrado en la comunidad pro-vida desde mucho antes de la política.
Digámoslo de una vez: no trata de evitar el dolor, porque el dolor es inevitable; se trata de escoger las consecuencias.
A veces estamos demasiado dispuestos a creer que el presente es el único estado posible de las cosas.
La enfermedad es el médico al que pagamos más atención, a la bondad, a los conocimientos, hacemos promesas solamente; dolor que obedecen.
Es en los momentos de enfermedad que nos vemos obligados a reconocer que no vivimos solos, pero encadenado a una criatura de un reino diferente, mundos enteros separados, que no tiene conocimiento de nosotros y quién es imposible hacernos entender: nuestro cuerpo .
Por muy bien hechos que estén los puntos de sutura, se vive con dificultad cuando nuestras vísceras han sido substituidas por la añoranza de una persona; parece que ésta ocupara más lugar que aquéllas, la sentimos continuamente, y además ¡qué ambigüedad verse obligado a pensar una parte del propio cuerpo!.
No hay vicios que no encuentren entre la alta sociedad apoyos complacientes, y se ha visto trastornar la distribución de un castillo para hacer que una hermana durmiera cerca de su hermana cuando se ha sabido que no la amaba sólo como hermana.
No hay hombre, por sabio, que no tiene en algún momento de su juventud dicho cosas o vivido de una manera la conciencia de que es tan desagradable para él en la vida posterior que con mucho gusto, si le era posible, borrarlo de su memoria.
El hábito es una segunda naturaleza que nos impide conocer la primera, de la que no tiene ni la crueldad ni los encantamientos.
Las personas pueden tener diferentes tipos de placer. La verdad es que para los que van a renunciar a los otros.
Si un poco que soña es peligroso, la curación para ella no es soñar menos, pero soñar más, a soñar todo el tiempo.
El tiempo de que disponemos cada día es elástica, las pasiones que sentimos que dilatan, los que nos inspiran reducirlo, y la costumbre llena.
La mentira es esencial para la humanidad. Ellos son quizás tan importante como la búsqueda del placer y, además, son dictadas por esa búsqueda.
Cabe preguntarse si en ciertas clases populares no existe más duplicidad que en la alta sociedad, que sin duda se reserva para nuestra ausencia las frases descorteses, pero cuya actitud hacia nosotros no seria insultante si estuviéramos apenados.
Cada lector se encuentra. El trabajo del escritor no es más que una especie de instrumento óptico que permite que el lector pueda discernir lo que, sin este libro, que tal vez nunca han visto en sí mismo.
El hombre, que juega perpetuamente entre los dos planos de la experiencia y la imaginación, querría profundizar en la vida ideal de la gente que conoce y conocer a las personas cuya vida ha tenido que imaginar.
Para figurarse una situación desconocida, la imaginación toma prestados elementos conocidos y a causa de ello no se la figura. Pero la sensibilidad, aún la más fisica, recibe, como un reguero de pólvora, la firma original y por mucho tiempo indeleble del nuevo acontecimiento.
Tres cuartas partes de las enfermedades de las personas inteligentes vienen de su inteligencia. Se necesitan por lo menos un médico que puede entender esta enfermedad.
Nuestras entonaciones contienen nuestra filosofía de la vida, lo que cada uno de nosotros está constantemente diciendo a sí mismo de las cosas.
Los grandes señores son casi las únicas personas de las que se puede aprender tanto como de los campesinos; su conversación está adornada con todo lo que se refiere a la tierra, las mansiones tal como se habitaban antaño, los usos antiguos, todo lo que el mundo del dinero ignora profundamente.