Frases de Swami Sivananda

La gente puede decir lo que quieran de ti sin conocer los hechos. Se le puede criticar sin saber siquiera usted, y te odio cuando ni siquiera te conocen. De repente, eres, como, el bin Laden de América. Osama bin Laden es el único que sabe exactamente lo que estoy pasando.

Deja que mis enemigos se devoren unos a otros.

Los libros son mágicos: nunca se sabe dónde van a terminar.

El negocio de la música ha cambiado increíblemente. Antes había 50 compañías de discos. Ahora sólo hay tres, y se está poniendo más y más pequeño. Pero, de nuevo, tiene la Internet, por lo que cualquiera que tenga la música puede conseguirlo por ahí.

Yo me considero ante todo un escritor cómico. La forma me entretengo - especialmente en aquellas horas de largo y sombrío en la oficina - es escribir cosas me parece gracioso.

El cuerpo de un comediante es divertido, así como su espíritu de ser gracioso, todo su personaje es divertido.

El cine es visualmente poderosa, es una experiencia completa, llega a un público diferente. Es algo que me gusta mucho. Me gustan las películas.

Audiencias de cine francés en general no expresan nada. Por supuesto que no satisfacción.

Lo bueno de ser famoso es viajar. Siempre he querido viajar a través de los mares, como en Canadá y esas cosas.

La educación formal que recibí no tenía mucho sentido para mí.

Toda la buena música ya ha sido escrito por personas con pelucas y otras cosas.

El que posee las nociones más exactas sobre las causas de las cosas y es capaz de dar perfecta cuenta de ellas en su enseñanza, es más sabio que todos los demás en cualquier otra ciencia.

El deseo surge en la mente. Está satisfecho de inmediato otro viene. En el intervalo que separa dos deseos una perfecta calma reina en la mente. Es en este momento libre de todo pensamiento, el amor o el odio.

Son necesarios cuarenta músculos para arrugar una frente, pero sólo quince para sonreír.

Ponga su corazón, mente y alma en incluso sus actos más pequeños. Este es el secreto del éxito.

Olvídese como un niño perjuicio causado por alguien inmediatamente. Nunca mantener en el corazón. Se enciende el odio.

No desees nada, renunciar a todos los deseos y ser feliz.

La humildad no es cobardía. La mansedumbre no es debilidad. La humildad y la mansedumbre son realmente poderes espirituales.

El deseo es la pobreza. El deseo es la mayor impureza de la mente. El deseo es la fuerza motriz para la acción. El deseo en la mente es la impureza real. Incluso una chispa de deseo es un gran mal.

El verdadero progreso espiritual del aspirante se mide por el grado en que se logra la tranquilidad interior.