Cuando era seminarista, fui deslumbrado
Cuando era seminarista, fui deslumbrado por una chica que conocí en la boda de su tío. Me sorprendió por su belleza, su brillantez intelectual... y, bueno, me quedé boquiabierto por un buen rato.
Cuando era seminarista, fui deslumbrado por una chica que conocí en la boda de su tío. Me sorprendió por su belleza, su brillantez intelectual... y, bueno, me quedé boquiabierto por un buen rato.