Frases Emotivas
-
Trabaja en impedir delitos para no necesitar castigos.
-
Las leyes mantienen su crédito no porque sean justas, sino porque son leyes.
-
La familia está llamada a ser templo, o sea, casa de oración: una oración sencilla, llena de esfuerzo y ternura. Una oración que se hace vida, para que toda la vida se convierta en oración.
-
Mil cosas avanzan. Novecientas noventa y nueve retroceden. Esto es el progreso.
-
Cuando al hombre se le pone como medida de todas las cosas, se le convierte en esclavo de su propia finitud.
-
El cristianismo es de tres formas. Una es el elemento generador de la religión como alegría propia de toda religión. Otra, la función mediadora como fe en la omnicapacidad de todo lo terreno para ser el vino y el pan de la vida eterna. Y es la fe en Cristo, su madre y los santos. Escojan la que quieran, escojan las tres, es lo mismo, serán cristianos y miembros de una comunidad única, eterna, indeciblemente feliz.
-
Si no hubiera sido inventada la sociedad, el hombre hubiera seguido siendo una bestía salvaje, o, lo que viene a ser lo mismo, un santo.
-
Las ideas son capitales que sólo ganan intereses entre las manos del talento.
-
Casi todos los hombres ganan al ser conocidos.
-
Para trabajar basta estar convencido de una cosa: que trabajar es menos aburrido que divertirse.
-
El trabajo endulza siempre la vida, pero los dulces no le gustan a todo el mundo.
-
La multitud no envejece ni adquiere sabiduría: siempre permanece en la infancia.
-
No aprovechan los trabajos si no han de enseñarnos algo.
-
Haz que tus familiares te reverencien más que te teman, pues el amor sigue a la reverencia, más el temor al odio.
-
La historia es el progreso de la conciencia de la libertad.
-
Es un alivio encontrar en un libro de reglas o de leyes alguna que nunca te afectará.
-
Las mujeres son un sexo decorativo. Nunca tienen, nada que decir, pero lo dicen deliciosamente.
-
¿La civilización Occidental? Bueno, sería una excelente idea.
-
La ambición de poder es una mala hierba que sólo crece en el solar abandonado de una mente vacía.
-
No puedo creer que me condecoren. Yo creía que era necesario conducir tanques y ganar guerras.
-
El poder político es simplemente el poder organizado de una clase para oprimir a otra.
-
Quien gobierna a un pueblo dando buen ejemplo se parece a la estrella polar, que permanece inmutable mientras los astros dan vueltas a su alrededor.
-
Lo más triste es que la única cosa que se puede hacer durante ocho horas al día es trabajar.
-
Nunca la persona llega a tal grado de perfección como cuando llena un impreso de solicitud de trabajo.
-
El dinero es un estiércol estupendo como abono, lo malo es que muchos lo toman por la cosecha.
-
Una conducta desarreglada aguza el ingenio y falsea el juicio.
-
Las mujeres necesitamos la belleza para que los hombres nos amen, y la estupidez para que nosotras amemos a los hombres.
-
Una sociedad se embrutece más con el empleo habitual de los castigos que con la repetición de los delitos.
-
Cuando los tambores hablan, las leyes callan.
-
Educar no es dar carrera para vivir, sino templar el alma para las dificultades de la vida.
-
Los grandes hombres no son grandes a todas horas ni en todas las cosas.
-
La única manera de ser seguido es correr más deprisa que los demás.
-
Creo que las mujeres sostienen el mundo en vilo, para que no se desbarate mientras los hombres tratan de empujar la historia. Al final, uno se pregunta cuál de las dos cosas será la menos sensata.
-
Uno de los extremos más necesarios y más olvidados en relación con esa novela llamada Historia, es el hecho de que no está acabada.
-
Jamás penséis que una guerra, por necesaria o justificada que parezca, deja de ser un crimen.
-
El primer castigo del culpable es que su conciencia lo juzga y no lo absuelve nunca.
-
La única educación eterna es esta: estar lo bastante seguro de una cosa para decírsela a un niño.
-
Amar a la vida a través del trabajo, es intimar con el más recóndito secreto de la vida.
-
No es tarea fácil dirigir a hombres; empujarlos, en cambio, es muy sencillo.
-
El pan más sabroso y la comodidad más agradable son los que se ganan con el propio sudor.
-
El terrorismo nace del odio, se basa en el desprecio de la vida del hombre y es un auténtico crimen contra la humanidad.
-
Arréglese al estado como se conduce a la familia, con autoridad, competencia y buen ejemplo.
-
El que compra lo supérfluo, pronto tendrá que vender lo necesario.
-
Si queréis conocer a un hombre, revestidle de un gran poder.
-
Aléjate presuroso de los que emplean el tiempo en repetir que son patriotas y viven del patriotismo de los demás.
-
¿Qué hombre inteligente si le dieran a elegir escoger entre vivir sin rosas o vivir sin berzas no correría a asegurar las berzas?
-
Fuera de la sociedad, el hombre es una bestia o un dios.
-
Cuando el trabajo no constituye una diversión, hay que trabajar lo indecible para divertirse.
-
Hay pocos lazos de amistad tan fuertes que no puedan ser cortados por un pelo de mujer.
-
La multitud de leyes frecuentemente presta excusas a los vicios.
-
La máquina ha venido a calentar el estómago del hombre pero ha enfriado su corazón.
-
Combatirse a sí mismo es la guerra más difícil; vencerse a sí mismo es la victoria más bella.
-
El trabajo es el refugio de los que no tienen nada que hacer.
-
Agradezco no ser una de las ruedas del poder, sino una de las criaturas que son aplastadas por ellas.
-
Los seres humanos hacen su propia historia, aunque bajo circunstancias influidas por el pasado.
-
La verdadera educación consiste en obtener lo mejor de uno mismo. ¿Qué otro libro se puede estudiar mejor que el de la Humanidad?
-
Las ideologías nos separan, los sueños y la angustía nos unen.
-
El hombre nunca mira al cielo porque siempre lo tiene a la vista.
-
El arte de un príncipe consiste en hacer el bien personalmente y el mal por segunda mano.
-
Inteligencia militar son dos términos contradictorios.
-
Al entrar en sociedad deben cogerse las llaves del corazón y meterlas en el bolsillo; los que las dejan en su sitio son estúpidos.
-
Para los historiadores, los príncipes y los generales son genios; para los soldados siempre son unos cobardes.
-
No puede esperarse que los hombres sean trasladados del despotismo a la libertad en un lecho de plumas.
-
Lo que más me inquieta es que en España todos se preguntan: ¿qué va a pasar? Casi nadie se pregunta: ¿qué vamos a hacer?
-
Hay mujeres que quieren tanto a sus maridos que, para no usarlos, toman el de sus amigas.
-
Feliz el pueblo cuya historia se lee con aburrimiento.
-
El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente.
-
Las sociedades no mueren de la cúspide a la base, sino de la base a la cúspide.
-
La opinión pública, es la acción de los idiotas.
-
En las mujeres, el instinto equivale a la perspicacia de los grandes hombres.
-
En todas partes los más fuertes han hecho las leyes y han oprimido a los débiles.
-
Dólares: Son esos imprudentes billetes americanos que tienen diverso valor y el mismo tamaño.
-
Una multitud es como un vasto desierto de hombres.
-
El patriotismo es el huevo de donde nacen las guerras.
-
Hay ocasiones en que un gobierno debe ser liberal y otras en que debe ser dictatorial: aquí todo cambia y no hay eternidad.
-
La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social.
-
La masa busca al líder, no porque lo estime sino por interés; y el líder acepta a la masa por vanidad o por necesidad.
-
Se cambia mas fácilmente de religión que de café.
-
El árbol de las leyes ha de podarse continuamente.
-
Cuando los ricos se hacen la guerra, son los pobres los que mueren.