Todo lo que hacemos es con el propósito
Todo lo que hacemos es con el propósito de alterar la conciencia. Formamos amistades para que podamos sentir ciertas emociones, como el amor, y evitar que otros, como la soledad. Comemos alimentos específicos para disfrutar de su fugaz presencia en nuestras lenguas. Leemos por el placer de tener pensamientos de otra persona.