Ya sabemos que las cartas anónimas son
Ya sabemos que las cartas anónimas son despreciables. En la etiqueta, así como en la ley, contratar a un asesino a sueldo para hacer el trabajo no exime a usted de la responsabilidad.
Ya sabemos que las cartas anónimas son despreciables. En la etiqueta, así como en la ley, contratar a un asesino a sueldo para hacer el trabajo no exime a usted de la responsabilidad.