Desde la infancia nos enseñan; primero
Desde la infancia nos enseñan; primero a creer lo que nos dicen las autoridades, los curas, los padres... Y luego a razonar sobre lo que hemos creído. La libertad de pensamiento es al revés, lo primero es razonar y luego creeremos lo que nos ha parecido bien de lo que razonamos.