Frases con doble sentido
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¡Feliz el que ha llegado a conocer las causas de las cosas!
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El conocimiento es sólo una de las representaciones de la existencia.
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Mi mayor desgracia ha sido siempre no ser capaz de resistirme a los halagos.
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En el fondo, la inmoralidades una cuestión de estética, porque los desnudos hermosos son decentísimos y los feos inmorales.
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Soy un idealista. No sé a dónde voy, pero estoy en camino.
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Todo lo desconocido se supone maravilloso.
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La creación de una visión del mundo es el trabajo de una generación más que de una persona, pero cada uno de nosotros, para bien o para mal, añade su propio ladrillo.
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El renombre y el reposo no compaginan.
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Toma problemas prestados, si te lo dicta tu naturaleza, pero no los prestes a tus vecinos.
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El que no teme a la muerte, no teme a las amenazas.
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En la medida en que el sufrimiento de los niños está permitido, no existe amor verdadero en este mundo.
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El recurso final del hombre destruido es el delito.
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El exceso es el veneno de la razón.
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Exposición, crítica y apreciación son labores de mentes de segunda fila.
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Cada uno besa temblando la mano que nos encadena.
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El que de pequeño respeta la bandera, sabrá defenderla cuando sea mayor.
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¿Qué es un espíritu cultivado? Es el que puede mirar las cosas desde muchos puntos de vista.
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La fama es peligrosa, su peso es ligero al principio, pero se hace cada vez mas pesado el soportarlo y difícil de descargar.
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Al principio de las catástrofes, y cuando han terminado, se hace siempre algo de retórica. En el primer caso, aún no se ha perdido la costumbre; en el segundo, se ha recuperado. Es en el mismo momento de la desgracia cuando uno se acostumbra a la verdad.
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No he nacido para sólo un rincón, mi patria es todo el mundo.
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Nunca se debe mirar a una persona que duerme. Es como sí abriéramos una carta que no ha sido dirigida a nosotros.
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Si quieres paz, prepara la guerra.
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La peor clase es la que consta de un solo hombre.
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Crear, es vivir dos veces.
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Juzgamos mejores que los placeres muchos dolores porque se consigue para nosotros un placer mayor.
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Solíamos pensar que las revoluciones eran la musa del cambio, en realidad es al revés: el cambio prepara el camino para la revolución.
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Manda el que puede y obedece el que quiere.
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Ver a través de todo es lo mismo que no ver.
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Divertido no es lo contrario de serio. Divertido es lo contrario de aburrido, y de nada más.
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El epitafio es la última tarjeta de visita que se hace el hombre.
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Cuanto más planifique el hombre su proceder, más fácil le será a la casualidad encontrarle.
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¿Dioses? Tal vez los haya. Ni lo afirmo ni lo niego, porque no lo sé ni tengo medios para saberlo. Pero sé, porque esto me lo enseña diariamente la vida, que si existen ni se ocupan ni se preocupan de nosotros.
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Para reducir lo infinito a lo finito, lo inasequible a lo humanamente real, no hay más que un camino: la concentración.
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Recesión es cuando tu vecino se queda sin empleo; depresión es cuando lo pierdes tú.
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Cuando se tienen muchas cosas que meter en él, el día tiene cien bolsillos.
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Lo que se recibe se recibe al modo del recipiente.
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No daré veneno a nadie aunque me lo pida, ni le sugeriré tal posibilidad.
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Los más ilustrados de entre los griegos sostenían que la esclavitud era justificable siempre que los amos fueran griegos y los esclavos bárbaros, pero el caso opuesto era contrario a la naturaleza.
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No se ganan los hombres con favores sin obras.
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Lo que llamamos en otros pecado, consideramos en nosotros como experiencia.
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Morimos sólo una vez, pero durante mucho tiempo.
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El que gusta de ser adulado es digno del adulador.
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Que más vale pobreza ,en paz, que en guerra mísera riqueza.
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Las circunstancias hacen a los hombres hábiles lo que ellos quieren ser, y pueden con los hombres débiles.
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En asuntos internacionales, la paz es un período de trampas entre dos luchas.
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El favoritismo nos grava más pesadamente que muchos millones de deuda.
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La fortuna juega a favor de una mente preparada.
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No hay revolución sin contrarrevolución.
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Los errores más pequeños son siempre los mejores.
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Veo los peligros de la vida presente; peligro en el mar, peligro en la tierra y peligro en los falsos hermanos.
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La única alegría en el mundo es comenzar. Es hermoso vivir porque vivir es comenzar, siempre, a cada instante. Cuando falta esa sensación uno quisiera morir.
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Al oír un eco muchos creen que el sonido proviene de él.
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La existencia está tejida de un material de mala calidad que se encoge con el uso.
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Al ser humano le parece tan extraño existir que las preguntas filosóficas surgen por sí solas.
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Viviendo todo falta, muriendo todo sobra.
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Yo aquí, escribiéndote. Tú allá, borrándote.
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El amor a la patria siempre daña a la persona.
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Sírvete de lo aparente como indicio de lo inaparente.
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Latinoamérica es la última reserva de alimentos que tiene el planeta, pero también es la última reserva espiritual y musical.
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No hay placer que no tenga por límite el pesar.
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No hay nada permanente en este malvado mundo, ni siquiera nuestros problemas.
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A menudo, la fortuna nos hace pagar muy caro lo que creemos que nos ha regalado.
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¿Quién sería lo bastante insensato para morir sin haber dado al menos la vuelta a su cárcel?
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El universo con todas sus pompas y con toda su hermosura es un caos para el hombre sin fe.
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No te damos una sierva, sino una compañera.
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El joven conoce las reglas, pero el viejo las excepciones.
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Cuando estamos más ocupados es cuando tenemos más tiempo para divertirnos.
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Generalizar siempre es equivocarse.
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Los hombres viven celosos de la inmortalidad.
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¿Cambiar? Cuando lo hagan las colinas.
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La paz sólo se obtiene cuando es posible imponerla.
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Pero la grande, la tremenda verdad es ésta: sufrir no sirve de nada.
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El mundo nace en nosotros, como Descartes hizo reconocer, y dentro de nosotros adquiere su influencia habitual.
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Nadie tan aficionado a secretos como aquel que no hace intención de guardarlos.
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Combate mejor y con más ahínco quien más arriesga.
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Más vale apagar una injuria que apagar un incendio.
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Ningún descubrimiento se haría ya si nos contentásemos con lo que sabemos.
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Si viéramos realmente el Universo, tal vez lo entenderíamos.
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El asunto es el problema; la forma, la solución.
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Hoy es el mañana por el que te preocupabas ayer.