Frases que Impactan
-
Una manera laboriosa de no ser nada, es serlo todo; de no querer todo; de no querer nada, es quererlo todo.
-
Hay derrotas que tienen más dignidad que la victoria.
-
Debemos buscar para nuestros males otra causa que no sea Dios.
-
La mayor parte de los problemas del mundo se deben a la gente que quiere ser importante.
-
Los placeres son como los alimentos: los más simples son aquellos que menos cansan.
-
La bondad es el principio del tacto, y el respeto por los otros es la primera condición para saber vivir.
-
¡Qué pena que beber agua no sea un pecado! ¡Qué bien sabría entonces!
-
El que no sabe gozar de la ventura cuando le viene, no debe quejarse si se pasa.
-
Después de la propia sangre, lo mejor que el hombre puede dar de sí mismo es una lágrima.
-
La naturaleza nos ha dado las semillas del conocimiento, no el conocimiento mismo.
-
Todos quieren la paz, y para asegurarla, fabrican más armas que nunca.
-
En toda negociación, el hombre honrado está destinado a llevar la peor parte, mientras que la picardía y la mala fe se apuntan finalmente los tantos.
-
No sé yo que haya en el mundo palabras tan eficaces ni oradores tan elocuentes como las lágrimas.
-
A veces, el silencio es la peor mentira.
-
No hay nadie menos afortunado que el hombre a quien la adversidad olvida, pues no tiene oportunidad de ponerse a prueba.
-
Sucede a veces que se discute porque no se llega a comprender lo que pretende demostrar nuestro interlocutor.
-
Un idealista es un hombre que, partiendo de que una rosa huele mejor que una col, deduce que una sopa de rosas tendría también mejor sabor.
-
Jamás se desvía uno tan lejos como cuando cree conocer el camino.
-
Cuando la necesidad nos arranca palabras sinceras, cae la máscara y aparece el hombre.
-
¿Por qué, en general, se rehuye la soledad? Porque son muy pocos los que encuentran compañía consigo mismos.
-
La historia del mundo es la suma de aquello que hubiera sido evitable.
-
Si no quieres ser desgraciado trata a las catástrofes como a molestias, pero de ninguna manera a las molestias como a catástrofes.
-
Disfrutar de todos los placeres es insensato; evitarlos, insensible.
-
La principal ocupación de mi vida consiste en pasarla lo mejor posible.
-
Haríamos muchas más cosas si creyéramos que son muchas menos las imposibles.
-
El mejor modo de resolver una dificultad es no tratar de soslayarla.
-
La fuerza no puede jamás persuadir a los hombres; sólo logra hacerlos hipócritas.
-
En cuanto se concede a la mujer la igualdad con el hombre, se vuelve superior a él.
-
El verdadero medio de ganar mucho consiste en no querer nunca ganar demasiado.
-
Si no se respeta lo sagrado, no se tiene nada en que fijar la conducta.
-
En todas las cosas humanas, cuando se examinan de cerca, se demuestra que no pueden apartarse los obstáculos sin que de ellos surjan otros.
-
Somos la memoria que tenemos y la responsabilidad que asumimos. Sin memoria no existimos y sin responsabilidad quizá no merezcamos existir.
-
Me apoderaré del destino agarrándolo por el cuello. No me dominará.
-
Querer, es tener el valor de exponerse a un inconveniente; exponerse así es tentar al acaso y es jugar.
-
No podemos negociar con aquéllos que dicen, «lo que es mío es mío y lo que es tuyo es negociable».
-
Si mi teoría de la relatividad es exacta, los alemanes dirán que soy alemán y los franceses que soy ciudadano del mundo. Pero si no, los franceses dirán que soy alemán, y los alemanes que soy judío.
-
No hay cosa más fácil que dar consejo ni más difícil que saberlo tomar.
-
La obra maestra de la injusticia es parecer justo sin serlo.
-
Muchos jueces son incorruptibles, nadie puede inducirlos a hacer justicia.
-
La mejor estructura no garantizará los resultados ni el rendimiento. Pero la estructura equivocada es una garantía de fracaso.
-
Si quieres cambiar al mundo, cámbiate a ti mismo.
-
La utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para que sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar.
-
¡Ah, si nos fuera dado el poder de vernos como nos ven los demás! De cuantos disparates y necedades nos veríamos libres.
-
Si te propones algún día mandar con dignidad, debes servir con diligencia.
-
Nada se olvida más despacio que una ofensa; y nada más rápido que un favor.
-
El que no ha sufrido no sabe nada; no conoce ni el bien ni el mal; ni conoce a los hombres ni se conoce a sí mismo.
-
Cuando se sugieren muchos remedios para un solo mal, quiere decir que no se puede curar.
-
Mejorar es cambiar; ser perfecto es cambiar a menudo.
-
La ausencia disminuye las pequeñas pasiones y aumenta las grandes, lo mismo que el viento apaga las velas y aviva las hogueras.
-
La abundancia me hizo pobre.
-
La soledad es al espíritu lo que la dieta al cuerpo.
-
¡Cuántas cosas hay en una risotada! Es la clave secreta con que se descifra un hombre entero.
-
Para llevar a cabo grandes empresas hay que vivir convencidos, no de que somos longevos, sino inmortales.
-
Nuestro gran tormento en la vida proviene de que estamos solos y todos nuestros actos y esfuerzos tienden a huir de esa soledad.
-
Si queremos que todo siga como está, es necesario que todo cambie.
-
Sorprendernos por algo es el primer paso de la mente hacia el descubrimiento.
-
El único autógrafo digno de un hombre es el que deja escrito con sus obras.
-
Una nación permanece fuerte mientras se preocupa de sus problemas reales, y comienza su decadencia cuando puede ocuparse de los detalles accesorios.
-
Nuestros sufrimientos son caricias bondadosas de Dios, llamándonos para que nos volvamos a Él, y para hacernos reconocer que no somos nosotros los que controlamos nuestras vidas, sino que es Dios quien tiene el control, y podemos confiar plenamente en Él.
-
El cambio es ley de vida. Cualquiera que sólo mire al pasado o al presente, se perderá el futuro.
-
Olvidemos lo que ya sucedió, pues puede lamentarse, pero no rehacerse.
-
La vergüenza de confesar el primer error, hace cometer muchos otros.
-
No vayas contra lo que es justo para conseguir el elogio de los demás.
-
La capacidad de entusiasmo es signo de salud espiritual.
-
Las bromas son como la sal: se deben usar con gran precaución.
-
No es lo mismo estar dormido que estar durmiendo, porque no es lo mismo estar jodido que estar jodiendo.
-
Algunas de las hazañas más grandes de la humanidad han sido obra de personas que no eran lo bastante listas para comprender que eran imposibles.
-
Cuando conseguimos nuestro objetivo creemos que el camino fue bueno.
-
Vivimos en un mundo donde nos escondemos para hacer el amor, mientras la violencia se practica a plena luz del día.
-
Una respuesta blanda, quiebra la ira; una contestación dura excita el furor.
-
Mi forma de bromear es decir la verdad. Es la broma más divertida.
-
En nuestros locos intentos, renunciamos a lo que somos por lo que esperamos ser.
-
La soledad es muy hermosa... cuando se tiene alguien a quien decírselo.
-
El secreto de la existencia no consiste solamente en vivir, sino en saber para que se vive.
-
Esta que llaman por ahí Fortuna es una mujer borracha y antojadiza, y sobre todo, ciega, y así no ve lo que hace, ni sabe a quien derriba.
-
Aunque todo lo demás falle, siempre podemos asegurarnos la inmortalidad cometiendo algún error espectacular.
-
La reflexión calmada y tranquila desenreda todos los nudos.
-
Estimo mucho a las personas que conozco. De aquí que no trate de conocer a nadie.
-
Recordad que a lo largo de la historia, siempre ha habido tiranos y asesinos, y por un tiempo, han parecido invencibles. Pero siempre han acabado cayendo. Siempre.
-
La falsedad está tan cercana a la verdad que el hombre prudente no debe situarse en terreno resbaladizo.
