Nuestros éxitos mundanos no se pueden g
Nuestros éxitos mundanos no se pueden garantizar, pero nuestra capacidad para lograr el éxito espiritual es totalmente de nosotros, gracias a la gracia de Dios. El mejor consejo que sé es dar es dar las cosas de este mundo su mejor, pero nunca su todo - reserva de la esperanza última de la única persona que puede concederlo.