Frases Chistosas
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La fatalidad posee una cierta elasticidad que se suele llamar libertad humana.
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A menudo se juzga a los hombres por el crédito de que gozan o por las riquezas que poseen.
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La finalidad de la vida es la apreciación: no tiene sentido no apreciar las cosas, y no tiene sentido poseer más cantidad de ellas, si no se las aprecia.
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La fuerza es el derecho de las bestias.
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Muchos pocos hacen un mucho.
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El hábito no hace al monje.
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No es lo mismo predicar que dar trigo.
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Las máquinas siendo por sí incapaces de lucha, han logrado que el hombre luche con ellas.
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El hambre espía en la casa de los pobres, pero si la habitan personas trabajadoras, no se atreve a entrar.
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El rico come; el pobre se alimenta.
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No se llega a campeón sin sudar.
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La rueda más estropeada del carro es la que hace más ruido.
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Unos por otros y la casa sin barrer.
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y sonrío y me callo porque, en último extremo,,uno tiene conciencia,de la inutilidad de todas las palabras.
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El fin justifica los medios.
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Un hombre solo está siempre en mala compañía.
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La patria es dicha, dolor y cielo de todos y no feudo ni capellanía de nadie.
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No puedo decir que no estoy en desacuerdo contigo.
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Ninguna cosa hay tan difícil como el arte de hacer agradable un buen consejo.
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Soy tan partidario de la disciplina del silencio que podría hablar horas enteras sobre ella.
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Cuando la muerte ha igualado las fortunas, las pompas fúnebres no deberían diferenciarlas.
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Nadie está tan ocupado como para no encontrar tiempo para contarle a todo el mundo lo ocupado que está.
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La mayor parte de nuestras desgracias resultan más soportables que los comentarios que de ellas hacen nuestros amigos.
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Del árbol caído todos hacen leña.
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El deber es lo que esperamos que hagan los demás, no lo que hacemos nosotros mismos.
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Mucha gente piensa, o por lo menos siente, que el que no tiene sus hábitos y sus entusiasmos es un enemigo. A mí me parece lógica la intransigencia tratándose de ideas esenciales.
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Quien se pica, ajos come.
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Hay que tomar a las personas como son, no existen otras.
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La soledad es la mejor nodriza de la sabiduría.
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Puedo creer lo imposible pero no lo improbable.
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Según vamos adquiriendo conocimiento, las cosas no se hacen más comprensibles, sino más misteriosas.
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Quien ama el peligro, en él perece.
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La inactividad sólo apetece cuando tenemos demasiado que hacer.
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La obra clásica es un libro que todo el mundo admira, pero que nadie lee.
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Un tonto sabio es más tonto que un tonto ignorante.
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La parte más filosófica de las historia es hacer conocer las tonterías cometidas por los hombres.
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Todo lo que se mueve es movido por otro.
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Creía que un drama era cuando llora el actor, pero la verdad es que lo es cuando llora el público.
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Sembremos la llanura antes de arar la loma.
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Si el prior juega a los naipes, ¿qué harán los frailes?
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Todo el mal que puede desplegarse en el mundo se esconde en un nido de traidores.
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Unos nacen con estrella, y otros nacen estrellados.
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No nos quedan más comienzos.
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Las deudas son como cualquier otra trampa en la que se es muy fácil caer, pero de la que es dificilísimo salir.
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Los delitos llevan a las espaldas el castigo.
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A los empresarios les gustan las asambleas porque ellos las inventaron.
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Para conocer al hombre basta estudiarse a sí mismo; para conocer a los hombres se precisa vivir en medio de ellos.
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Nunca llegamos a hacernos a la idea de que contamos menos para los demás de lo que ellos cuentan para nosotros.
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Sobre gustos no hay nada escrito.
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Las revoluciones las hacen hombres de carne y hueso, no santos, y todas terminan por crear una nueva casta privilegiada.
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No te avergüences de someterte a las leyes y al que sabe más que tú.
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Este día que tanto temes por ser el último, es la aurora del día eterno.
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Toda la armonía total de este mundo está formada de discordancias.
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Nobleza obliga.
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En resumidas cuentas, en este mundo, cada cual consigue lo que se merece. Pero sólo quienes alcanzan el éxito lo reconocen.
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El que muere paga todas sus deudas.
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Los hechos son el principio, el medio, el fin; hace un daño irreparable descansar sobre grandes discursos.
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Nunca otra cosa damos con tanta liberalidad como nuestros consejos.
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Ser tirano no es ser, sino dejar de ser, y hacer que dejen de ser todos.
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No quiero alcanzar la inmortalidad mediante mi trabajo, sino simplemente no muriendo.
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El único modo de estar seguro de coger un tren es perder el anterior.
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¡Alabad el árbol que desde la carroña sube jubiloso hacia el cielo!
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Intentad dejar este mundo un poco mejor de como os lo encontrásteis.
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No hay que mentar la soga en casa del ahorcado.
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Yo soy siempre fiel al sistema liberal y justo que proclamó mi patria.
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¿Dices que nada se crea?, no te importe, con el barro de la tierra, haz una copa para que beba tu hermano.
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La mayoría de los males les vienen a los hombres por no quedarse tranquilos en casa.
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Admiro aquella cabeza que lleva orgullosamente su desgracia, como un rey su corona.
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Cuando llega la desgracia, nunca viene sola, sino a batallones.
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Los buenos modales se consiguen a base de pequeños sacrificios.
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Mejor aplicar el llanto siempre que sea posible, como la medicina antigua aplicaba la sangría.
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Los hombres pasan, los recuerdos quedan, como quedan las obras de los que algo hacen.
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No se puede cambiar el curso de la historia a base de cambiar los retratos colgados en la pared.
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Éramos pocos y parió mi abuela.
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El mundo ha sido creado para ser recreado.
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Establecemos reglas para los demás y excepciones para nosotros.
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Cita siempre los errores propios antes de referirte a los ajenos. Así nunca parecerá que presumes.
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Los placeres raros son los que más nos deleitan.
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Nuestro amor es el hogar, y el hogar pueden abandonarlo nuestros pies pero nunca nuestros corazones.