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Frases Chistosas

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  • La necesidad, al menesteroso le obliga al ser mentiroso.

  • Si tuviera dos caras. ¿Estaría usando ésta?

  • Inocente es quien no necesita explicarse.

  • El primer favor denegado anula todos los anteriores.

  • Llamo rumiantes a los hombres que se pasan rumiando la miseria humana, preocupados de no caer en tal o cual abismo.

  • Si nos volvemos hacia una realidad más grande, es una mujer quien nos tendrá que enseñar el camino. La hegemonía del macho ha llegado a su fin. Ha perdido contacto con la tierra.

  • Los más desgraciados son los que lloran menos.

  • Quien a ser traidor se inclina, tarde volverá en su acuerdo.

  • La sorpresa es el móvil de cada descubrimiento.

  • La fuerza de la necesidad es irresistible.

  • La reconciliación es más bella que la victoria.

  • Voy despacio, pero jamás desandando lo andado.

  • Es mejor debatir una cuestión sin resolverla, que resolver una cuestión sin debatirla.

  • Confieso que enterrar a algunas gentes constituye un gran placer.

  • La patria no es la tierra. Sin embargo, los hombres que la tierra nutre son la patria.

  • Puedes ser invencible si nunca emprendes combate de cuyo regreso no estés seguro y sólo cuando sepas que está en tu mano la victoria.

  • Lo peor del pícaro es que las picardías que inventa son jocosas, caen simpáticas y parecen perdonables.

  • No creo que haya que lamentarse sobre el propio destino, pero a veces es muy duro.

  • La nada es un infinito que nos envuelve: venimos de allá y allá nos volveremos. La nada es un absurdo y una certeza; no se puede concebir, y, sin embargo, es.

  • La ventaja se la lleva aquel que aprovecha el momento oportuno.

  • No vive el que no vive seguro.

  • La curiosidad intelectual es la negación de todos los dogmas y la fuerza motriz del libre examen.

  • No hay que empezar la casa por el tejado.

  • La desdicha es el vínculo más estrecho de los corazones.

  • En un espíritu corrompido no cabe el honor.

  • Es un axioma que aquel a quien todos conceden el segundo lugar, tiene méritos indudables para ocupar el primero.

  • La monogamia es como estar obligado a comer papas fritas todos los días.

  • Me gustaría vivir eternamente, por lo menos para ver cómo en cien años las personas cometen los mismos errores que yo.

  • Donde hay patrón, no manda marinero.

  • Un hombre sin restricciones es como un barril sin aros que rueda y se hace pedazos.

  • El excusarse antes de ocasión es culparse.

  • Todos los asuntos tienen dos asas: por una son manejables, por la otra no.

  • Los hombres temen a los mismos dioses que han inventado.

  • Sería absurdo que nosotros, que somos finitos, tratásemos de determinar las cosas infinitas.

  • Es miserable saberse miserable, pero es ser grande reconocer que se es miserable.

  • Es más fácil juzgar el talento de un hombre por sus preguntas que por sus respuestas.

  • La armonía total de este mundo está formada por una natural aglomeración de discordancias.

  • Entre col y col, lechuga.

  • Los espejos, antes de darnos la imagen que reproducen, deberían reflexionar un poco.

  • Si el acreedor pensara más en la otra vida, el deudor lo pasaría mejor en ésta.

  • Nunca lleves tus mejores pantalones cuando salgas a luchar por la paz y la libertad.

  • Qué inapropiado llamar Tierra a este planeta, cuando es evidente que debería llamarse Océano.

  • Nuestro conocimiento es necesariamente finito, mientras que nuestra ignorancia es necesariamente infinita.

  • Los abusos, aun en el estado más sólido, son minas sordas que tarde o temprano estallan.

  • No se puede juzgar la vida de un hombre hasta que la muerte le ha puesto término.

  • Es más fácil reprimir el primer capricho que satisfacer a todos los que le siguen.

  • Tened el valor de equivocaros.

  • Nada tan estúpido como vencer; la verdadera gloria está en convencer.

  • Vales tanto como tu última obra.

  • Hablando de nuestras desgracias las aliviamos.

  • Las promesas son olvidadas por los príncipes, nunca por el pueblo.

  • No tengo derecho a decir o hacer nada que disminuya a un hombre ante sí mismo. Lo que importa no es lo que yo pienso de él, sino lo que él piensa de sí mismo. Herir a un hombre en su dignidad es un crimen

  • Las revoluciones no se hacen por menudencias, pero nacen por menudencias.

  • Resulta una gran verdad que el destino es una ley cuyo significado se nos escapa, porque nos faltan una inmensidad de datos.

  • El cuerpo, si se le trata bien, puede durar toda la vida.

  • Nuestra fuerza esta en nuestro ideal con nuestra pobreza, no en la riqueza sin ideales.

  • Humana cosa es tener compasión de los afligidos; y esto, que en toda persona parece bien, debe máximamente exigirse a quienes hubieron menester consuelo y lo encontraron en los demás.

  • Sólo hay una máxima absoluta y es que no hay nada absoluto.

  • Es verdad que optamos por la risa en casi todas las situaciones, con excepción de una que otra visita al dentista.

  • La mayoría nunca tiene razón.

  • Es rey quien nada teme, es rey quien nada desea; y todos podemos darnos ese reino.

  • El suicida es el antípoda del mártir. El mártir es un hombre que se preocupa a tal punto por lo ajeno, que olvida su propia existencia. El suicida se preocupa tan poco de todo lo que no sea él mismo, que desea el aniquilamiento general.

  • Ninguna cosa despierta tanto el bullicio del pueblo como la novedad.

  • La necesidad nunca hizo buenos negocios.

  • No tenemos otro mundo al que podernos mudar.

  • Los caprichos pueden ser perdonados, pero es un crimen despertar una pasión duradera para satisfacer un capricho.

  • No hay cosas sin interés. Tan sólo personas incapaces de interesarse.

  • Triunfar tarde no es triunfar: es alcanzar al mismo tiempo la inmortalidad y la muerte.

  • Aún en tus ocupaciones habituales trata siquiera por un día de guardar el secreto de aquello que intentas y a la mañana siguiente verás con mayor claridad tus ideas.

  • La intención hace el agravio.

  • No dejaremos de explorar y al final de nuestra búsqueda llegaremos a donde empezamos y conoceremos por primera vez el lugar.

  • La tontería se coloca siempre en primera fila para ser vista; la inteligencia detrás para ver.

  • Todo tiene sus límites.

  • La esclavitud más denigrante es la de ser esclavo de uno mismo.

  • Míseros mortales que, semejantes a las hojas, ya se hallan florecientes y vigorosos comiendo los frutos de la tierra, ya se quedan exánimes y mueren.

  • Todas las acciones cumplidas sin ostentación y sin testigos me parecen más loables.

  • Soledad: Un instante de plenitud.

  • Que un hombre muera por una causa no significa nada en cuanto al valor de la causa.

  • Propio es de todo hombre imbécil hacerse el astuto.

  • Lo último corrompido ¿no es el principio de lo engendrado?