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Frases Emotivas

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  • Se tardan veinte o más años de paz para hacer a un hombre, y bastan veinte segundos de guerra para destruirlo.

  • Dejad pensar al pueblo que gobierna y se dejará gobernar.

  • Tan solo por la educación puede el hombre llegar a ser hombre. El hombre no es más que lo que la educación hace de él.

  • Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz.

  • La única costumbre que hay que enseñar a los niños es que no se sometan a ninguna.

  • La mujer escoge muchas veces al hombre que la ha de escoger a ella.

  • La civilización es una carrera entre la educación y la catástrofe.

  • Los funcionarios son los empleados que el ciudadano paga para ser la víctima de su insolente vejación.

  • Si usted quiere saber lo que una mujer dice realmente, mírela, no la escuche.

  • Abrid escuelas y se cerraran cárceles.

  • La guerra es el arte de destruir hombres, la política es el arte de engañarlos.

  • Gobernar es rectificar.

  • En el pasado, aquellos que locamente buscaron el poder cabalgando a lomo de un tigre acabaron dentro de él.

  • La guerra es la mejor escuela del cirujano.

  • No saber lo que ha sucedido antes de nosotros es como ser incesantemente niños.

  • El dinero es una nueva forma de esclavitud, que sólo se distingue de la antigua por el hecho de que es impersonal, de que no existe una relación humana entre amo y esclavo.

  • Lo que acostumbramos a llamar instituciones necesarias, muchas veces son instituciones a las que nos hemos acostumbrado.

  • La verdadera civilización es aquella en la que todo el mundo da a todos los demás todos los derechos que reclama para sí mismo.

  • Una mujer puede cambiar la trayectoria vital de un hombre.

  • El castigo más justo es aquel que uno mismo se impone.

  • La sociedad humana constituye una asociación de las ciencias, las artes, las virtudes y las perfecciones. Como los fines de la misma no pueden ser alcanzados en muchas generaciones, en esta asociación participan no sólo los vivos, sino también los que han muerto y los que están por nacer.

  • Una sola cosa nos explica bien la historia y es en qué consisten los malos gobiernos.

  • Presta dinero a tu enemigo y lo ganarás a él; préstalo a tu amigo y lo perderás.

  • Las instituciones pasan por tres períodos: el del servicio, el de los privilegios y el del abuso.

  • Muchos que se adelantaron a su tiempo tuvieron que esperarlo en sitios poco cómodos.

  • La política es un acto de equilibrio entre la gente que quiere entrar y aquellos que no quieren salir.

  • El pueblo es aquella parte del Estado que no sabe lo que quiere.

  • Cuando siento una necesidad de religión, salgo de noche para pintar las estrellas.

  • Las guerras seguirán mientras el color de la piel siga siendo más importante que el de los ojos.

  • La parte más importante de la educación del hombre es aquella que él mismo se da.

  • Si ha de haber conflictos que sea mientras yo viva, que mi hijo pueda vivir en paz.

  • El bien público requiere que se traicione, que se mienta y que se masacre.

  • Los medios de comunicación han acostumbrado a ciertos sectores sociales a escuchar lo que «halaga los oídos».

  • Las naturalezas inferiores repugnan el merecido castigo; las medianas se resignan a él; las superiores lo invocan.

  • No enseñéis a los niños nada de lo que no estéis absolutamente seguros. Mejor que ignoren mil verdades que no que conozcan una sola mentira.

  • Cuando los hombres son puros, las leyes son inútiles; cuando son corruptos, las leyes se rompen.

  • Nada hay más fuerte que el hábito.

  • Con las leyes pasa como con las salchichas, es mejor no ver como se hacen.

  • El día que el hombre se diese cuenta de sus profundas equivocaciones, habría terminado el progreso de la ciencia.

  • Para liberarse, la mujer debe sentirse libre, no para rivalizar con los hombres, sino libres en sus capacidades y personalidad.

  • Poetas, nunca cantemos,la vida de un mismo pueblo, ,ni la flor de un solo huerto. ,Que sean todos los pueblos ,y todos los huertos nuestros.

  • Sólo yo tengo el derecho de corregir, pues sólo puede castigar quien ama.

  • La moda es la pugna entre el instinto natural de vestirse y el instinto natural de desnudarse.

  • Ahí radica el verdadero poder de los medios masivos: son capaces de redefinir la normalidad.

  • Para la mayoría de los hombres la guerra es el fin de la soledad. Para mi es la soledad infinita.

  • Oros son triunfos.

  • Gracias a la libertad de expresión hoy ya es posible decir que un gobernante es un inútil sin que nos pase nada. Al gobernante tampoco.

  • Cuanto se hace con prisa queda enseguida pasado de moda; por eso nuestra civilización industrial moderna ofrece tan curiosas analogías con la barbarie.

  • Condenar el progreso en todo es olvidarse de los vergeles que ha hecho posible la desalinización del agua de mar, idealizarlo es olvidarse de Hiroshima.

  • El hombre es esencialmente un ser social; con mayor razón, se puede decir que es un ser familiar.

  • Los hombres, tal como son, se inclinan por naturaleza a ir en pos del dinero o del poder, y del poder porque vale tanto como el dinero.

  • Nada necesita tanto una reforma como las costumbres ajenas.

  • La volubilidad de la mujer a quien amo es sólo comparable a la infernal constancia de las mujeres que me aman.

  • Gracias a la guerra uno no sólo puede morir por sus ideales, sino que incluso puede morir por los ideales de otro.

  • Las nociones de rectitud e ilicitud, justicia e injusticia, no tienen lugar en la guerra.

  • Con tanto ardor deben los ciudadanos pelear por la defensa de las leyes, como por la de sus murallas, no siendo menos necesarias aquéllas que éstas para la conservación de una ciudad.

  • Quienquiera que ponga su mano sobre mí para gobernarme es un usurpador y un tirano y le declaro mi enemigo.

  • Sería deseable que todo el que quisiera presentar su candidatura para un cargo pudiera explicar por qué quiere ser candidato. El deseo de ser candidato parece, por sí mismo, razón suficiente para la exclusión.

  • Es imposible educar niños al por mayor; la escuela no puede ser el sustitutivo de la educación individual.

  • No olvidemos nunca que el terrorismo es, en el fondo, en su naturaleza maligna, una guerra psicológica.

  • Un viaje de mil millas comienza con el primer paso.

  • El objeto de la educación es formar seres aptos para gobernarse a sí mismos, y no para ser gobernados por los demás.

  • Es preciso preferir la soberanía de la ley a la de uno de los ciudadanos.

  • Por dinero baila el perro, y por pan, si se lo dan.

  • El hombre es un animal no social, sino cordial, y la familia es la forma menos imperfecta de la cordialidad humana.

  • Todos los educadores son absolutamente dogmáticos y autoritarios. No puede existir la educación libre, porque si dejáis a un niño libre no le educaréis.

  • La mujer, sólo el diablo sabe lo que es; yo no lo sé en absoluto.

  • Los derechos individuales no están sujetos al voto público; una mayoría no tiene derecho a votar la derogación de los derechos de una minoría.

  • ¿Popularidad? Eso es la gloria en centavos.

  • Ciudad grande, soledad grande.

  • No hay en el mundo cosa más cara que la que con ruegos se compra.

  • Si el dinero va delante, todos los caminos se abren.

  • Sin libertad de pensamiento, la libertad de expresión no sirve de nada.

  • Perder el dinero es a menudo un delito; adquirirlo por malas artes es aún peor, y malgastarlo es lo peor de todo.

  • Ley implacable de la naturaleza: o devorar, o ser devorado. Pueblos e individuos, o víctimas o verdugos.

  • Quienes hablan contra la familia no saben lo que hacen, porque no saben lo que deshacen.

  • Cualquier guerra entre europeos es una guerra civil.

  • La educación es el arma más poderosa para cambiar el mundo.

  • El dinero siempre está ahí; sólo cambian los bolsillos.

  • La Historia no es mecánica porque los hombres son libres para transformarla.