Frases Emotivas
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El dinero es mejor que la pobreza, aun cuando sólo sea por razones financieras.
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No pudiendo cambiar los hombres, se cambian sin tregua las instituciones.
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No me importa lo mucho que hablen mis ministros, siempre que hagan lo que yo les digo.
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El comercio es casi un arte; es la forma inferior, el primer grado del arte.
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La historia es cuestión de supervivencia. Si no tuviéramos pasado, estaríamos desprovistos de la impresión que define a nuestro ser.
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Cuidado con el hombre que habla de poner las cosas en orden. Poner las cosas en orden siempre significa poner las cosas bajo su control.
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Cuando el relativismo moral se absolutiza en nombre de la tolerancia, los derechos básicos se relativizan y se abre la puerta al totalitarismo.
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Una nación que quiere agradar a todos, puede ser despreciada por todos.
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El poder que es soportado sólo por la fuerza temblará a menudo.
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Los niños necesitan más de modelos que de críticos.
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No hay más que un poder: la conciencia al servicio de la justicia; no hay más que una gloria: el genio, el servicio de la verdad.
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La costumbre disminuye la admiración, y una mediana novedad suele vencer a la mayor eminencia envejecida.
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La tiranía de una multitud es una tiranía multiplicada.
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La tradición no se hereda se conquista.
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El que impone un castigo desproporcionado no corrige, sólo se venga.
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Para hacer política justa y sana no basta conocer los hombres; es necesario también amarlos.
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Ser hombre es ya por sí mismo una circunstancia atenuante
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Cuando hay dinero de por medio es muy difícil la libertad.
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La indigestión es la encargada de predicar la moral al estómago.
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Creo que no se puede ser hombre, y mucho menos artista, sin tener una conciencia política. El arte es política.
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No se nace sino que se deviene mujer.
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Una buena Constitución es infinitamente mejor que el mejor déspota.
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La moda es la manada; lo interesante es hacer lo que a uno le de la gana.
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Nos educan para ser productores y consumidores, no para ser hombres libres.
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Todas las leyes que se dictan tienen por base la desconfianza; ninguna descansa en la virtud de los ciudadanos.
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Ningún hombre es lo bastante bueno para gobernar a otro sin su consentimiento.
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Nadie recordaría al buen samaritano, si además de buenas intenciones no hubiera tenido dinero.
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Dios hizo el campo, y el hombre la ciudad.
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El progreso y el desarrollo son imposibles si uno sigue haciendo las cosas tal como siempre las ha hecho.
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Cultiva sólo aquellos hábitos que quisieras que dominaran tu vida.
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Cada guerra es una destrucción del espíritu humano.
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La cultura es lo que, en la muerte, continúa siendo la vida.
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Si quieres ganar un adepto para tu causa, convéncelo primero de que eres su amigo sincero.
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Las ciudades son el abismo de la especie humana.
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El poder nunca es estable cuando es ilimitado.
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Los viajes son en la juventud una parte de educación y, en la vejez, una parte de experiencia.
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El hombre es un experimento; el tiempo demostrará si valía la pena.
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Si no existieran hijos, yernos, hermanos y cuñados, cuántos disgustos se ahorrarían los jefes de gobierno.
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La pena de muerte sólo se ha perpetuado por una especie de crimen legal.
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El brazo del universo moral es largo, pero se dobla hacia la justicia.
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La moral descansa naturalmente en el sentimiento.
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El porvenir está en manos del maestro de escuela.
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Todas las familias felices se parecen unas a otras; pero cada familia infeliz tiene un motivo especial para sentirse desgraciada.
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En las amarguras desearéis la dulzura, y en la guerra, la paz.
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Yo creo que habría que inventar un juego en el que nadie ganara.
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Los cazadores furtivos no conocen la veda.
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He descubierto que las raíces de nuestra vida moral están completamente podridas, que la base de nuestra sociedad está corrompida por la mentira.
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La guerra es la salida cobarde a los problemas de la paz.
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El objetivo de la educación es la virtud y el deseo de convertirse en un buen ciudadano.
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Sólo hay una religión verdadera, pero pueden haber muchas especies de fe.
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El papel de las mujeres en el progreso de la civilización es mucho mayor que el del hombre, por lo que debería desarrollar sus aptitudes de acuerdo con su naturaleza, sin imitar a los hombres.
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La naturaleza ha hecho al hombre feliz y bueno, pero la sociedad lo deprava y lo hace miserable.
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Las leyes se han hecho para el bien de los ciudadanos.
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Todo poder es deber.
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Encuentra la felicidad en el trabajo o no serás feliz.
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Lo que hace que la mayoría de las mujeres sean tan poco sensibles a la amistad es que la encuentran insípida luego de haber probado el gusto del amor.
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Los legisladores necesitan ciertamente una escuela de moral.
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A dos hombres venero yo en este mundo: al labrador sufrido de mano callosa y nervuda, en la que permanecerá para siempre una real e indeleble majestad, puesto que en ella está el cetro de este mundo. Y a aquel que trabaja por las imprescindibles necesidades del espíritu; no por el pan cotidiano, sino por el pan de la verdadera vida.
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El gobierno no se ha hecho para la comodidad y el placer de los que gobiernan.
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El problema de la mujer siempre ha sido un problema de hombres.
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Las cadenas del hábito son generalmente demasiado débiles para que las sintamos, hasta que son demasiado fuertes para que podamos romperlas.
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¿Por qué ha sido instituido el gobierno? Porque las pasiones de los hombres no se ajustan a los dictados de la razón y la justicia sin una fuerza coercitiva.
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Un espíritu histórico no puede tener dudas de que ha llegado el tiempo de la resurrección y que precisamente los acontecimientos que parecieron haberse dirigido en contra de su activación y amenazaban con consumar su hundimiento, han sido los signos más favorables de su regeneración.
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El dinero es como el estiércol: no es bueno a no ser que se esparza.
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Yo defendería la ley, aunque no fuera más que para protegerme de mi mismo.
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Los viajes son los viajeros. Lo que vemos no es lo que vemos, sino lo que somos.
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El hombre tiene que establecer un final para la guerra. Sino, ésta establecerá un fin para la humanidad.
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Los terroristas intentan modificar nuestro comportamiento provocando miedo, incertidumbre y división en la sociedad.
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Al hombre que hace todo lo que puede no podemos decirle que no hace todo lo que debe.
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La Ley ha sido dada para que se implore la gracia; la gracia ha sido dada para que se observe la ley.
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El hábito es el enorme volante de inercia que mueve a la sociedad, su más valioso agente de conservación.
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El gobierno no descansa en la fuerza, el gobierno es la fuerza; descansa en el consentimiento, o en una concepción de la justicia.
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Dicen que el hombre no es hombre mientras no oye su nombre de labios de una mujer.
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Es bonito tener dinero y cosas que puede comprar el dinero, pero también es bonito tener las cosas que el dinero no puede comprar.
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La Historia Universal es la de un solo hombre.
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Cuando un pueblo se exalta es difícil calmarlo; pero cuando está tranquilo es difícil saber cuándo va a exaltarse.
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En tiempos de corrupción es cuando más leyes se dan.
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El principio de la educación es predicar con el ejemplo.
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La guerra es la obra de arte de los militares, la coronación de su formación, el broche dorado de su profesión. No han sido creados para brillar en la paz.
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Toda actividad humana transcurre dentro de la sociedad, sin que pueda nadie sustraerse a su influjo.