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Frases Emotivas

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  • En materia de gobierno todo cambio es sospechoso, aunque sea para mejorar.

  • La excelencia de un gobierno no se juzga por su orden.

  • El dinero es la llave que abre todas las puertas.

  • En la política el arrepentimiento no existe. Uno se equivoca o acierta, pero no cabe el arrepentimiento.

  • O se aprende educación en la propia casa o el mundo la enseña con el látigo, y nos podemos hacer daño.

  • He dicho muchas veces que la política es la segunda profesión más baja y me he dado cuenta de que guarda una estrecha similitud con la primera.

  • Para que no se pueda abusar del poder, es preciso que el poder detenga al poder.

  • La educación es algo admirable, sin embargo, es bueno recordar, que nada que valga la pena se puede enseñar.

  • Los privilegios acabarán, pero el pueblo es eterno.

  • No hay leyes, ni tradiciones ni reglas que se puedan aplicar universalmente incluyendo ésta.

  • En un acto social, cada uno disfruta de los demás.

  • La mujer es como los autos, a la vejez es cuando más se pintan.

  • Cada dogma tiene su día, pero los ideales son eternos.

  • El consejo del escarmiento las más de las veces llega tarde.

  • La guerra es un juego serio en el que uno compromete su reputación, sus tropas y su patria.

  • Dichoso el que gusta las dulzuras del trabajo sin ser su esclavo.

  • El que tiene un derecho no obtiene el de violar el ajeno para mantener el suyo.

  • Las costumbres hacen las leyes, las mujeres hacen las costumbres; las mujeres, pues, hacen las leyes.

  • La historia es una filosofía en ejemplos.

  • Ningún ejército puede detener la fuerza de una idea cuando llega a tiempo.

  • La sociedad difiere de la naturaleza en que persigue una finalidad moral definida.

  • La costumbre con la costumbre se vence.

  • El hombre razonable se adapta al mundo; el irrazonable intenta adaptar el mundo a sí mismo. Así pues, el progreso depende del hombre irrazonable.

  • No gastes tu dinero antes de ganarlo.

  • Las leyes son semejantes a las telas de araña; detienen a lo débil y ligero y son deshechas por lo fuerte y poderoso.

  • El mejor límite para el dinero es el que no permite caer en la pobreza ni alejarse mucho de ella.

  • El que renuncia a un derecho solamente se quita de en medio para poder gozar del mismo sin impedimento de su parte.

  • La guerra es una masacre entre gentes que no se conocen, para provecho de gentes que si se conocen pero que no se masacran.

  • Al progreso no hay quien lo pare. Dios creó el mundo en seis días. ¿Y que tenemos hoy? La semana de cinco días.

  • El hábito convierte los placeres suntuosos en necesidades cotidianas.

  • Ama a tu vecino, pero no derribes vuestra verja.

  • La sociedad no puede en justicia prohibir el ejercicio honrado de sus facultades a la mitad del género humano.

  • El buen ciudadano es aquel que no puede tolerar en su patria un poder que pretende hacerse superior a las leyes.

  • Tenemos bastante religión para odiarnos unos a otros, pero no la bastante para amarnos.

  • Nadie puede aterrorizar a toda una nación, a menos que todos nosotros seamos sus cómplices.

  • A una colectividad se le engaña siempre mejor que a un hombre.

  • Allí donde el mando es codiciado y disputado no puede haber buen gobierno ni reinará la concordia.

  • La verdad y la solidaridad son dos elementos claves que permiten a los profesionales de los medios de comunicación convertirse en promotores de la paz.

  • Los empleos públicos pertenecen al Estado; no son patrimonio de particulares. Ninguno que no tenga probidad, aptitudes y merecimientos es digno de ellos.

  • Para quienes ambicionan el poder, no existe una vía media entre la cumbre y el precipicio.

  • El dinero que se tiene es instrumento de libertad, el que se busca lo es de servidumbre.

  • Allá donde la moral y la religión son reducidas al ámbito exclusivamente privado, faltan las fuerzas que puedan formar una comunidad y mantenerla unida.

  • La política es el arte de servirse de los hombres haciéndoles creer que se les sirve a ellos.

  • Es más fácil hacer leyes que gobernar.

  • Sólo los necios se encuentran satisfechos y confiados con la calidad de su trabajo.

  • Al cumplir los setenta años me he impuesto la siguiente regla de vida: No fumar mientras duermo, no dejar de fumar mientras estoy despierto, y no fumar más de un solo tabaco a la vez.

  • La Historia no es la maestra de la vida: nadie escarmienta.

  • Los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal.

  • Trabaja en algo, para que el diablo te encuentre siempre ocupado.

  • Una casa será fuerte e indestructible cuando esté sostenida por estas cuatro columnas: padre valiente, madre prudente, hijo obediente, hermano complaciente.

  • Una revolución no es digna de llamarse tal si con todo el poder y todos los medios de que dispone no es capaz de ayudar a la mujer ?doble o triplemente esclavizada, como lo fue en el pasado? a salir a flote y avanzar por el camino del progreso social e individual.

  • Cuando la política promete ser redención, promete demasiado. Cuando pretende hacer la obra de Dios, pasa a ser, no divina, sino demoníaca.

  • El trabajo sin prisa es el mayor descanso para el organismo.

  • No importa que las mujeres nos fastidien; lo que no soportamos es que nos fastidie siempre la misma.

  • Un partido es la locura de muchos en beneficio de unos pocos.

  • El legislador no debe proponerse la felicidad de cierto orden de cuidadanos con exclusión de los demás, sino la felicidad de todos.

  • ¡Ay de los pueblos gobernados por un Poder que ha de pensar en la conservación propia!

  • No reniego del patriotismo, pero primeramente soy un ser humano, y cuando ambas cosas son incompatibles, siempre le doy la razón al ser humano.

  • El poder conseguido por medios culpables nunca se ejercitó en buenos propósitos.

  • Para la diplomacia una cuestión aplazada ya está resuelta.

  • El único propósito del castigo es la prevención del mal; nunca impulsará a nadie al bien.

  • Uno debe saber vivir con el dinero que tiene.

  • Todo poder cae a impulsos del mal que ha hecho. Cada falta que ha cometido se convierte, tarde o temprano, en un ariete que contribuye a derribarlo.

  • Gobernar es el arte de crear problemas con cuya solución mantiene a la población en vilo.

  • Nadie que esté entusiasmado con su trabajo puede temer nada de la vida.

  • Una historia no es sólo verdad cuando se narra cómo ha sucedido, sino también cuando relata cómo hubiera podido acontecer.

  • ¿No tenemos en nosotros una perpetua inclinación, pese a la excelencia de nuestro juicio, a violar lo que es la Ley, simplemente porque comprendemos que es la Ley?

  • Cualquier mujer que entienda los problemas de llevar una casa está muy cerca de entender los de llevar un país.

  • El progreso se evapora y deja atrás una estela de burocracia.

  • Hay quien cruza el bosque y sólo ve leña para el fuego.

  • La moda es siempre un esperpento tal que nos vemos obligados a cambiarla cada seis meses.

  • La ley debe ser como la muerte, que no exceptúa a nadie.

  • La primera víctima de la guerra es la verdad.

  • En su lucha contra el individuo, la sociedad tiene tres armas : ley, opinión publica y conciencia.

  • Tan perjudicial es desdeñar las reglas como ceñirse a ellas con exceso.

  • La guerra es un método de desatar con los dientes un nudo político que no se puede deshacer con la lengua.

  • La monarquía debe ser gobernada por demócratas, y una república por aristócratas.

  • La política es demasiado a menudo el arte de traicionar los intereses reales y legítimos, y de crear otros imaginarios e injustos.

  • Dicen que el hábito es una segunda naturaleza. Quien sabe, empero, si la naturaleza no es primero un hábito.

  • ¿Cómo es que, siendo tan inteligentes los niños, son tan estúpidos la mayor parte de los hombres? Debe ser fruto de la educación.