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frases positivas

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  • Andan el pesar y el placer tan apareados que es simple el triste que se desespera y el alegre que se confía.

  • Cada vez que usted se encuentra en el lado de la mayoría, es tiempo de hacer una pausa y reflexionar.

  • ¿Qué ganarías con injuriar a una piedra que es incapaz de oírte? Pues bien, imita a la piedra y no oigas las injurias que te dirijan tus enemigos.

  • Las ganancias mal logradas reportan pérdidas.

  • Vigilando, laborando y meditando todas las cosas prosperan.

  • Ninguno ama a su patria porque es grande, sino porque es suya.

  • El aconsejar es un oficio tan común que lo usan muchos y lo saben hacer muy pocos.

  • Hay velas que lo alumbran todo, menos su propio candelabro.

  • La fantasía, aislada de la razón, sólo produce monstruos imposibles. Unida a ella, en cambio, es la madre del arte y fuente de sus deseos.

  • El que se ahoga no repara en lo que se agarra.

  • Sufrir sin quejarse es la única lección que debemos aprender en esta vida.

  • El que retiene algo que no necesita es igual a un ladrón.

  • Lo importante no es llegar sino ir.

  • Todo cambia nada es.

  • No existe el hombre que haya podido descubrir el medio de dar un consejo de amigo a una mujer, ni siquiera a la suya.

  • El hombre ha nacido para luchar, y es como se le define mejor diciendo que es un guerrero nato y que su vida desde el principio al fin no es sino una batalla.

  • Es necesario que haya uno o varios principios y aun, en caso de existir uno sólo, que éste sea inmóvil e inmutable.

  • El hombre que hace su fortuna en un año debería ser ahorcado doce meses antes.

  • Todo lo racional es real; y todo lo real es racional.

  • Los perros sólo ladran a quienes no conocen.

  • Lo que el cielo tiene ordenado que suceda, no hay diligencia ni sabiduría humana que lo pueda prevenir.

  • Visto un león, están vistos todos, pero visto un hombre, sólo está visto uno, y además mal conocido.

  • La mejor salsa es el hambre.

  • No preguntemos si estamos plenamente de acuerdo, sino tan sólo si marchamos por el mismo camino.

  • Los buenos terminan felices; los malos, desgraciados. Eso es la ficción.

  • El único deber es el deber de divertirse terriblemente.

  • La respuesta a cualquiera que hable de exceso de población es preguntarle si él mismo es parte de ese exceso de población, o si no lo es, cómo sabe que no lo es.

  • Como no estás experimentado en las cosas del mundo, todas las cosas que tienen algo de dificultad te parecen imposibles.

  • El desarrollo es el nuevo nombre de la paz.

  • La desigualdad es el origen de todos los movimientos locales.

  • Llamamos destino a todo cuanto limita nuestro poder.

  • Prefiero que me incineren a que me sepulten y ambas cosas a un fin de semana con mi mujer.

  • Indudablemente nadie se ocupa de quien no se ocupa de nadie.

  • A veces una broma, una anécdota, un momento insignificante, nos pintan mejor a un hombre ilustre, que las mayores proezas o las batallas más sangrientas.

  • El sufrimiento humano ha alcanzado su culmen en la pasión de Cristo.

  • Los discursos inspiran menos confianza que las acciones.

  • Es mejor ser hombre que mujer, porque hasta el hombre más miserable tiene una mujer a la cual mandar.

  • La actividad es lo que hace feliz al hombre.

  • He sido un hombre que busca y aun lo sigo siendo, pero ya no busco en las estrellas y en los libros, sino en las enseñanzas de mi sangre.

  • En el orden de las vicisitudes humanas no es siempre la mayoría de la masa física la que decide, sino que es la superioridad de la fuerza moral la que inclina hacia sí la balanza política.

  • Para hacerse una posición en el mundo, es preciso hacer todo lo posible para hacer creer que ya se tiene.

  • Los senos de la mujer son la única persistencia del hombre; los coge al nacer y ya no los suelta hasta morir de viejo.

  • Las lágrimas son inútiles, a menos que esté el marido presente para verlas derramar.

  • La incertidumbre es una margarita cuyos pétalos no se terminan jamás de deshojar.

  • Aún no ensillamos y ya cabalgamos.

  • Aunque estoy convencido de que nada cambia, para mí es importante actuar como si no lo supiera.

  • Un amigo me preguntaba porqué no construíamos ahora catedrales como las góticas famosas, y le dije: Los hombres de aquellos tiempos tenían convicciones; nosotros, los modernos, no tenemos más que opiniones, y para elevar una catedral gótica se necesita algo más que una opinión.

  • El retirarse no es huir, ni el esperar es cordura cuando el peligro sobrepuja a la esperanza.

  • Claro que el café es un veneno lento; hace cuarenta años que lo bebo.

  • ¿Qué es la mayoría? La mayoría es un absurdo: la inteligencia ha sido siempre de los pocos.

  • Lo que defiende a las mujeres es que piensan que todos los hombres son iguales, mientras que lo que pierde a los hombres es que piensan que todas las mujeres son diferentes.

  • En la mayoría de los hombres, las dificultades son hijas de la pereza.

  • El hogar es la prisión de la soltera y el hospicio de la casada.

  • Si dos cabalgan en un caballo, uno debe ir detrás.

  • Una derrota peleada vale más que una victoria casual.

  • La desgracia descubre al alma luces que la prosperidad no llega a percibir.

  • Cuando la culpa es de todos, la culpa no es de nadie.

  • La cometa se eleva más alto en contra del viento, no a su favor.

  • El motor de la historia es la lucha de clases.

  • Quien toma bienes de los pobres es un asesino de la caridad. Quien a ellos ayuda, es un virtuoso de la justicia.

  • No habrá paz en la tierra mientras perduren las opresiones de los pueblos, las injusticias y los desequilibrios económicos que todavía existen.

  • Todo el mundo se queja de no tener memoria y nadie se queja de no tener criterio.

  • El hombre descontento no encuentra silla cómoda.

  • Debes perder una mosca para pescar una trucha.

  • La ocasión hace el ladrón.

  • Pues el pájaro cantor jamás se para a cantar en árbol que no da flor.

  • Piensa el ladrón que todos son de su condición.

  • Si dudo, si me alucino, vivo. Si me engaño, existo. ¿Cómo engañarme al afirmar que existo, si tengo que existir para engañarme?

  • La descomposición de todo gobierno comienza por la decadencia de los principio sobre los cuales fué fundado.

  • Cada vez que cometo un error me parece descubrir una verdad que no conocía.

  • La victoria y el fracaso son dos imposibles, y hay que recibirlos con idéntica serenidad y con saludable punto de desdén.

  • De todas las formas de engañar a los demás, la pose de seriedad es la que hace más estragos.

  • El infierno y el paraíso me parecen desproporcionados. Los actos de los hombres no merecen tanto.

  • Nada prende tan pronto de unas almas en otras como esta simpatía de la risa.

  • No creo en la casualidad ni en la necesidad. Mi voluntad es el destino.

  • Nada dura por siempre, nisiquiera tus problemas.

  • Un erudito que no sea serio no inspirará respeto, y su sabiduría, por lo tanto, carecerá de estabilidad.

  • Los maridos no son nunca amantes tan maravillosos como cuando están traicionando a su mujer.

  • Huid de escenarios, púlpitos, plataformas y pedestales. Nunca perdáis contacto con el suelo; porque sólo así tendréis una idea aproximada de vuestra estatura.

  • Después de la tempestad viene la calma.