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Frases cortas de amor

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  • Como los sentimientos, la evidencia se demuestra, pero no se proclama.

  • Una demostración de envidia es un insulto a uno mismo.

  • El papel natural del hombre del siglo XX es la ansiedad.

  • Contra los valores afectivos no valen razones, porque las razones no son nada más que razones, es decir, ni siquiera verdad.

  • La gratitud es como aquel licor de Oriente que sólo se conserva en jarros de oro: perfuma las almas grandes y se agria en las pequeñas.

  • La desconfianza es madre de la seguridad.

  • La envidia es el gusano roedor del mérito y de la gloria.

  • El verdadero secreto de la felicidad consiste en exigir mucho de sí mismo y muy poco de los otros.

  • El exceso de cólera engendra la locura.

  • La felicidad está más con el pobre que considera que tiene bastante que con el rico, que nunca cree que tiene bastante.

  • ¿Qué es un envidioso? Un ingrato que detesta la luz que le alumbra y le calienta.

  • De cualquier forma los celos son en realidad una consecuencia del amor: os guste o no, existen.

  • La esperanza le pertenece a la vida, es la vida misma defendiéndose.

  • El miedo guarda la viña.

  • No hables de afecto perdido, el afecto nunca es en vano.

  • Un caballero se avergüenza de que sus palabras sean mejores que sus actos.

  • No se ha llegado al colmo del dolor cuando se tiene aún fuerza para quejarse.

  • La envidia en los hombres muestra cuán desdichados se sienten, y su constante atención a lo que hacen o dejan de hacer los demás, muestra cuánto se aburren.

  • La envidia es causada por ver a otro gozar de lo que deseamos; los celos, por ver a otro poseer lo que quisiéramos poseer nosotros.

  • Celos son hijos del amor, mas son bastardos, te confieso.

  • Cuando un hombre estúpido hace algo que le avergüenza, siempre dice que cumple con su deber.

  • ¡Cuán bueno hace al hombre la dicha! Parece que uno quisiera dar su corazón, su alegría. ¡Y la alegría es contagiosa!

  • Los celos no son corrientemente más que una inquieta tiranía aplicada a los asuntos del amor.

  • Cuando uno pierde la esperanza se vuelve reaccionario.

  • Cuidado con la hoguera que enciendes contra tu enemigo; no sea que te chamusques a ti mismo.

  • ¡Oh envidia, raíz de infinitos males y carcoma de las virtudes!.

  • Por muy larga que sea la tormenta, el sol siempre vuelve a brillar entre las nubes.

  • El dolor que no se desahoga con lágrimas puede hacer que sean otros órganos los que lloren.

  • Quien no es envidiado, no es digno de serlo.

  • Una persona que quiere venganza guarda sus heridas abiertas.

  • Más vale buena esperanza que ruin posesión.

  • Confiar en todos es insensato; pero no confiar en nadie es neurótica torpeza.

  • La felicidad no es nunca grandiosa.

  • Asusta pensar que acaso las admiraciones más sinceras que tenemos son las de las personas que no nos han comprendido.

  • Nada hay tan dulce como la patria y los padres propios, aunque uno tenga en tierra extraña y lejana la mansión más opulenta.

  • En la venganza el más débil es siempre más feroz.

  • La esperanza ha contribuido a perder al género humano.

  • Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo.

  • Puede que lo que hacemos no traiga siempre la felicidad, pero si no hacemos nada, no habrá felicidad.

  • No desesperes, ni siquiera por el hecho de que no desesperas. Cuando todo parece terminado, surgen nuevas fuerzas. Esto significa que vives.

  • El orgullo es una forma de egoísmo.

  • El odio es una tendencia a aprovechar todas las ocasiones para perjudicar a los demás.

  • Sólo la incertidumbre mata los celos.

  • ¡Venturoso aquel a quien el cielo dio un pedazo de pan, sin que le quede obligación de agradecérselo a otro que al mismo cielo!

  • El hecho de ser habitados por una nostalgia incomprensible sería, al fin y al cabo, el indicio de que hay un más allá.

  • Aunque el orgullo no es una virtud, es padre de muchas virtudes.

  • No hay deber que descuidemos tanto como el deber de ser felices.

  • ¡Qué cosa tan extraña es la felicidad! Nadie sabe por dónde ni cómo ni cuándo llega, y llega por caminos invisibles, a veces cuando ya no se le aguarda.

  • La rabia de los celos es tan fuerte que fuerza a hacer cualquier desatino.

  • Ten buena conciencia y tendrás siempre alegría. Si alguna alegría hay en el mundo la tiene seguramente el hombre de corazón puro.

  • Y mi ardiente pasión murió de frío; que así muere el amor cuando no hay celos.

  • Amamos siempre a los que nos admiran, pero no siempre a los que admiramos.

  • Cuando nos invade la pena, un día dura tanto como tres otoños.

  • Quien no tiene enemigos, tampoco suele tener amigos.

  • Para la felicidad son menos nefastos los males que el aburrimiento.

  • Una situación se convierte en desesperada cuando empiezas a pensar que es desesperada.

  • Nunca será tarde para buscar un mundo mejor y más nuevo, si en el empeño ponemos coraje y esperanza.

  • Debemos desconfiar unos de otros. Es nuestra única defensa contra la traición.

  • El aburrimiento es la explicación principal de por qué la historia está tan llena de atrocidad.

  • Para lograr todo el valor de una alegría has de tener con quien repetirla.

  • El hombre que tiene fe ha de estar preparado, no sólo a ser mártir, sino a ser un loco.

  • La esperanza es un emprésito que se le hace a la felicidad.

  • Nunca he odiado a un hombre tanto como para devolverle sus diamantes.

  • Ningún hombre es feliz a menos que crea serlo.

  • La felicidad general de un pueblo descansa en la independencia individual de sus habitantes.

  • En cuanto nace la virtud, nace contra ella la envidia, y antes perderá el cuerpo su sombra que la virtud su envidia.

  • Gobernar a base de miedo es eficacísimo. Si usted amenaza a la gente con que los va a degollar, luego no los degüella, pero los explota, los engancha a una carro... Ellos pensaran; bueno, al menos no nos ha degollado.

  • Al luchar contra la angustia uno nunca produce serenidad; la lucha contra la angustia sólo produce nuevas formas de angustia.

  • No hace falta conocer el peligro para tener miedo; de hecho, los peligros desconocidos son los que inspiran más temor.

  • Hay más fe en una honrada duda, creedme, que en la mitad de las creencias.

  • Nadie llegó a la cumbre acompañado por el miedo.

  • Un barco no debería navegar con una sola ancla, ni la vida con una sola esperanza.

  • La ira es una locura de corta duración.

  • Corazón mío, no hables,Puedes jugar con fuego, pero te quemarás.

  • ¡Dios me libre de enemistades de amigos!

  • Los celos son siempre el instrumento certero que destruye la libertad interior y elimina en la compañía toda la felicidad posible.

  • Sentir antes de comprender.

  • Entre todas las alegrías, la absurda es la más alegre; es la alegría de los niños, de los labriegos y de los salvajes; es decir, de todos aquellos seres que están más cerca de la naturaleza que nosotros.

  • Hay dolores que matan: pero los hay más crueles, los que nos dejan la vida sin permitirnos jamás gozar de ellas.

  • Aburrirse es besar a la muerte.