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Frases cortas de amor

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  • Todo se soporta en la vida, con excepción de muchos días de continua felicidad.

  • No hay contra el desleal seguro puerto / ni enemigo mayor que el encubierto.

  • Jamás negociemos con miedo, pero jamás temamos negociar.

  • La admiración es amor congelado.

  • El gesto de amargura del hombre es, con frecuencia, sólo el petrificado azoramiento de un niño.

  • La esperanza es un gran falsificador.

  • No se vive sin la fe. La fe es el conocimiento del significado de la vida humana. La fe es la fuerza de la vida. Si el hombre vive es porque cree en algo.

  • Existe un solo procedimiento para ser feliz merced al corazón, y es no tenerlo.

  • Cuando el hombre es celoso, molesta; cuando no lo es, irrita.

  • No hay nada tan rápido como un sentimiento de antipatía.

  • Nuestra envidia dura siempre más que la felicidad de aquellos que envidiamos.

  • Una fe: he aquí lo más necesario al hombre. Desgraciado el que no cree en nada.

  • Jamás se descubriría nada si nos considerasemos satisfechos con las cosas descubiertas.

  • Los celos matan el amor pero no el deseo. Este es el verdadero castigo de la pasión traicionada.

  • Desechad tristezas y melancolías. La vida es amable, tiene pocos días y tan sólo ahora la hemos de gozar.

  • ¡Confiamos demasiado en los sistemas, y muy poco en los hombres!.

  • Un buen arrepentimiento es la mejor medicina que tienen las enfermedades del alma.

  • Cuando una puerta de felicidad se cierra, otra se abre, pero muchas veces miramos tanto tiempo la puerta cerrada que no vemos la que se ha abierto para nosotros.

  • El amor y el odio no son ciegos, sino que están cegados por el fuego que llevan dentro.

  • Nosotros mismos somos nuestro peor enemigo. Nada puede destruir a la Humanidad, excepto la Humanidad misma.

  • Criados, enemigos pagados.

  • No se debe intentar contentar a los que no se van a contentar.

  • Siempre se interpone algo entre nosotros y lo que creemos que es nuestra felicidad.

  • El hombre es un aprendiz y el dolor es su amo.

  • La fe se refiere a cosas que no se ven, y la esperanza, a cosas que no están al alcance de la mano.

  • El peor enemigo es el que está encubierto.

  • El dolor tiene un gran poder educativo; nos hace mejores, más misericordiosos, nos vuelve hacia nosotros mismos y nos persuade de que esta vida no es un juego, sino un deber.

  • La sociedad está obligada a hacer feliz a todos la vida.

  • Los celos se engendran entre los que bien se quieren, del aire que pasa, del sol que toca y aun de la tierra que se pisa.

  • Nadie siente el dolor de otro, nadie entiende la alegría de otro.

  • El secreto de aburrir a la gente consiste en decirlo todo.

  • Para quien tiene miedo, todo son ruidos.

  • Nos hemos de liberar de la falsa idea de que la fe ya no tiene nada que decir a los hombres de hoy.

  • Lo que sorprende, sorprende una vez, pero lo que es admirable lo es más cuanto más se admira.

  • La resignación es un suicidio cotidiano.

  • Salen errados nuestros cálculos siempre que entran en ellos el temor o la esperanza.

  • El Odio es un borracho al fondo de una taberna, que constantemente renueva su sed con la bebida.

  • Lo que empieza en cólera acaba en vergüenza.

  • Me pregunto si las estrellas se iluminan con el fin de que algún día, cada uno pueda encontrar la suya.

  • La felicidad no consiste en adquirir y gozar, sino en no desear nada, pues consiste en ser libre.

  • La vergüenza viene en ayuda de los hombres o los envilece.

  • Cuanto más pequeño es el corazón, más odio alberga.

  • Quien busca la felicidad fuera de sí es como un caracol que caminara en busca de su casa.

  • Pasión más viva que la amistad es el odio.

  • ¿hasta cuándo vamos a seguir creyendo que la felicidad no es más que uno de los juegos de la ilusión?.

  • El envidioso puede morir, pero la envidia nunca.

  • Es muy difícil hacer bella la felicidad. Una felicidad que sólo es ausencia de desdicha es cosa fea.

  • Cuando el diablo está satisfecho, es una buena persona.

  • La ira ofusca la mente, pero hace transparente el corazón.

  • Basta con que un hombre odie a otro para que el odio vaya corriendo hasta la humanidad entera.

  • La felicidad que da el dinero está en no tener que preocuparse por él.

  • Un solo enemigo puede hacer más daño que el bien que se pueden hacer diez amigos juntos.

  • En cuanto el hombre abandona la envidia empieza a prepararse para entrar en el camino de la dicha.

  • Agradece a la llama su luz, pero no olvides el pie del candil que paciente la sostiene.

  • La añoranza se asfixió bajo el hábito.

  • La vida es tan incierta, que la felicidad debe aprovecharse en el momento en que se presenta.

  • Hay que juzgar los sentimientos por los actos, más que por las palabras.

  • Vive mejor el pobre dotado de esperanza que el rico sin ella.

  • El dolor es una mal que un remedio precipitado irrita.

  • Los celos cuando son furiosos, producen más crímenes que el interés y ambición.

  • La indignación moral es, en la mayoria de los casos, un dos por ciento de moral, un cuarenta y ocho por ciento, indignación, y un cincuenta por ciento, envidia.

  • Las personas debemos el progreso a los insatisfechos.

  • No rías nunca de las lágrimas de un niño. Todos los dolores son iguales.

  • No me arrepiento de nada. El que se arrepiente de lo que ha hecho es doblemente miserable.

  • Llamamos sentimentalismo a los sentimientos que no compartimos.

  • Aunque tengamos la evidencia de que hemos de vivir constantemente en la oscuridad y en las tinieblas, sin objeto y sin fin, hay que tener esperanza.

  • El ocaso de una gran esperanza es como el ocaso del sol: con ella se extingue el esplendor de nuestra vida.

  • Aburrirse en el momento adecuado es signo de inteligencia.

  • La felicidad de los grandes consiste no en sentirse felices, sino en comprender cuan felices piensan otros que han de ser ellos.

  • Las teorías, las doctrinas, los sistemas se explican; los sentimientos se sienten.

  • El aburrimiento es lo que queda de los pensamientos cuando las pasiones son eliminadas de ellos.

  • El miedo es mi compañero más fiel, jamás me ha engañado para irse con otro.

  • No llames jamás feliz a un mortal hasta que no hayas visto cómo, en su último día, desciende a la tumba.

  • Es mejor ser un ser humano insatisfecho que un cerdo satisfecho.

  • Sólo los buenos sentimientos pueden unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas.

  • Sentir y pensar, considerándolo bien, son como el ciego que guía al cojo.

  • Los hombres olvidan siempre que la felicidad humana es una disposición de la mente y no una condición de las circunstancias.

  • La mitad de la alegría reside en hablar de ella.

  • El mundo no puede dar alegrías tan grandes como son las que quita.

  • Mejor se puede disculpar el que se muere de miedo, que el que de miedo se mata: porque allí obra sin culpa la naturaleza; y en éste, con delito y culpa, el discurso apocado y vil.