Frases Filosóficas
-
La espiral de la violencia sólo la frena el milagro del perdón.
-
El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean.
-
¿Qué locura o qué desatino me lleva a contar las ajenas faltas, teniendo tanto que decir de las mías?
-
Hay que dejar la vanidad a los que no tienen otra cosa que exhibir.
-
Cuando el hombre se mira mucho a sí mismo, llega a no saber cuál es su cara y cuál es su careta.
-
Nada más hipócrita que la eliminación de la hipocresía.
-
La ignorancia es la madre de todos los crímenes.
-
Nada se puede aceptar de un malvado, so pena de envilecerse.
-
Más vale un minuto de vida franca y sincera que cien años de hipocresía.
-
Por la calle del después se llega a la plaza de nunca.
-
Sobre el cimiento de la necedad, no asienta ningún discreto oficio.
-
La violencia crea más problemas sociales que los que resuelve.
-
También a un gran hombre lo puede exasperar una miserable mosca.
-
Un monstruo hay en el mundo: el ocioso.
-
Un egoísta es aquel que se empeña en hablarte de sí mismo cuando tú te estas muriendo de ganas de hablarle de ti.
-
Prefiero un vicio tolerante a una virtud obstinada.
-
Los cobardes mueren muchas veces antes de su verdadera muerte; los valientes prueban la muerte sólo una vez.
-
En la mayoría de los casos la ignorancia es algo superable. No sabemos porque no queremos saber.
-
El mal está sólo en tu mente y no en lo externo. La mente pura siempre ve solamente lo bueno en cada cosa, pero la mala se encarga de inventar el mal.
-
El sabio uso del ocio es un producto de la civilización y de la educación.
-
Muchos que quisieron traer luz, fueron colgados de un farol.
-
Por nuestra ignorancia no sabemos las cosas necesarias; por el error las sabemos mal.
-
Una necedad, aunque la repitan millones de bocas, no dejan de ser una necedad.
-
La violencia es el miedo a los ideales de los demás.
-
Ciertos libros parecen haber sido escritos no para aprender de ellos sino para que se reconozca lo que sabía su autor.
-
Se conocen infinitas clases de necios; la más deplorable es la de los parlanchines empeñados en demostrar que tienen talento.
-
Ser consciente de la propia ignorancia es un gran paso hacia el saber.
-
Desdichado el que duerme en el mañana.
-
La violencia es el último recurso del incompetente.
-
Los cobardes son los que se cobijan bajo las normas.
-
Los perezosos siempre hablan de lo que piensan hacer, de lo que harán; los que de veras hacen algo no tienen tiempo de hablar ni de lo que hacen.
-
La avaricia lo pierde todo por quererlo todo.
-
La violencia no es sino una expresión del miedo.
-
¿Qué ve el ciego, aunque se le ponga una lámpara en la mano?
-
El hombre emplea la hipocresía para engañarse a sí mismo, acaso más que para engañar a otros.
-
Los defectos, como las pajas, sobrenadan en la superficie; el que quiere encontrar perlas, debe sumergirse.
-
El malvado descansa algunas veces; el necio jamás.
-
No se puede ser y no ser algo al mismo tiempo y bajo el mismo aspecto.
-
La ignorancia humana no permanece detrás de la ciencia, crece tan rápidamente como ésta.
-
Es mejor ser examinado que ignorado.
-
Cuando mejor es uno, tanto más difícilmente llega a sospechar de la maldad de los otros.
-
¿Es usted un demonio? Soy un hombre. Y por lo tanto tengo dentro de mí todos los demonios.
-
Si nos cruzamos de brazos seremos cómplices de un sistema que ha legitimado la muerte silenciosa.
-
Nadie está libre de decir estupideces, lo malo es decirlas con énfasis.
-
Al hombre perverso se le conoce en un sólo día; para conocer al hombre justo hace falta más tiempo.
-
El hombre nació en la barbarie, cuando matar a su semejante era una condición normal de la existencia. Se le otorgo una conciencia. Y ahora ha llegado el día en que la violencia hacia otro ser humano debe volverse tan aborrecible como comer la carne de otro.
-
Todos los que parecen estúpidos, lo son y, además también lo son la mitad de los que no lo parecen.
-
El recuerdo del mal pasado es alegre.
-
El egoísta sería capaz de pegar fuego a la casa del vecino para hacer freir un huevo.
-
Es extraña la ligereza con que los malvados creen que todo les saldrá bien.
-
¿Quién puede vanagloriarse de no tener defectos? Examinando los suyos, aprenda cada uno a perdonar los de los demás.
-
En una mano lleva la piedra, y con la otra muestra el pan.
-
Los necios admiran, los sensatos aprueban.
-
Desconfío de la incomunicabilidad; es la fuente de toda la violencia.
-
La más segura cura para la vanidad es la soledad.
-
Una de las ventajas de ser desordenado es que uno está continuamente haciendo nuevos y excitantes descubrimientos.
-
La tarea que enfrentan los devotos de la no violencia es muy difícil, pero ninguna dificultad puede abatir a los hombres que tienen fe en su misión.
-
La violencia, sea cual sea la forma en que se manifieste, es un fracaso.
-
Nada torna a la gente más desnaturalizada e insubordinada que una larga y constante ociosidad.
-
A veces cuesta mucho más eliminar un sólo defecto que adquirir cien virtudes.
-
Todos los cerebros del mundo son impotentes contra cualquier estupidez que esté de moda.
-
Sólo los cobardes son valientes con sus mujeres.
-
Así corrompe el ocio al cuerpo humano, como se corrompen las aguas si están quedas.
-
La sola idea de que una cosa cruel pueda ser útil es ya de por sí inmoral.
-
Para mí la vanidad es una dolencia tan superficial, que basta con rascarme un rato para que se me quite.
-
En la amistad y en el amor se es más feliz con la ignorancia que con el saber.
-
El mal es árbol que crece y que cortado retoña.
-
Las razas laboriosas encuentran una gran molestia en soportar la ociosidad.
-
La vanidad es tan fantástica, que hasta nos induce a preocuparnos de lo que pensarán de nosotros una vez muertos y enterrados.
-
Una persona ociosa tienta al diablo para que la tiente.
-
Como mala persona soy un completo desastre. Hay montones de gente que afirman que no he hecho nada malo en toda mi vida. Por supuesto sólo se atreven a decirlo a mis espaldas.
-
El cansancio ronca sobre los guijarros; en tanto que la pereza halla dura la almohada de pluma.
-
Aconseja al ignorante, te tomará por su enemigo.
-
El que todo lo aplaza no dejará nada concluido ni perfecto.
-
Para una persona no violenta, todo el mundo es su familia.
-
El hombre es un lobo para el hombre.
-
Ha sido mi experiencia que gente que no tiene vicios tiene muy pocas virtudes.
-
No existe ningún hombre que si puede ganar el máximo se conforme con el mínimo.
-
La ociosidad, como el moho, desgasta mucho más rápidamente que el trabajo.
-
Es propio de los necios ver los vicios ajenos y olvidar los propios.