frases positivas
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De las cosas que tienes, escoge las mejores y después medita cuán afanosamente las hubieras buscado si no las tuvieras.
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El destino, el azar, los dioses, no suelen mandar grandes emisarios en caballo blanco, ni en el correo del Zar. El destino, en todas sus versiones, utiliza siempre heraldos humildes.
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La patria es espíritu. Ello dice que el ser de la patria se funda en un valor o en una acumulación de valores, con los que se enlaza a los hijos de un territorio en el suelo que habitan.
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La discriminación de los negros está presente en cada momento de sus vidas para recordarles que la inferioridad es una mentira que sólo acepta como verdadera la sociedad que los domina.
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Si el partido principal, sea el pueblo, el ejército o la nobleza, que os parece más útil y más conveniente para la conservación de vuestra dignidad está corrompido, debéis seguirle el humor y disculparlo. En tal caso, la honradez y la virtud son perniciosas.
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Por sus frutos los conoceréis.
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Siempre tendremos razones para estar enfadados, pero esas razones, rara vez serán buenas.
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No hay viento favorable para el que no sabe donde va.
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El silencio es el partido más seguro para el que desconfía de sí mismo.
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Las enfermedades son los intereses que se pagan por lo placeres.
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El ajedrez es un juego útil y honesto, indispensable en la educación de la juventud.
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Hay algo que Dios ha hecho mal. A todo le puso límites menos a la tontería.
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El socorro en la necesidad, aunque sea poco, ayuda mucho.
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Converso con el hombre que siempre va conmigo. Quién habla solo, espera hablar con Dios un día.
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Ningún crítico es más capaz que yo de percibir claramente la desproporción que existe entre los problemas y la solución que les aporto.
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La máxima especialización equivale a la máxima incultura.
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La mujer ha de ser dueña, y parecerlo, que es más.
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El hombre no se da cuenta de cuánto puede hacer, más que cuando realiza intentos, medita y desea.
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Un Estado próspero honra a los dioses.
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Lo que hay de embriagador en el mal gusto es el placer aristocrático de desagradar.
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El silencio es el ruido más fuerte, quizá el más fuerte de los ruidos.
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La gente no busca razones para hacer lo que quiere hacer, busca excusas.
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Los hechos no dejan de existir aunque se los ignore.
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La tierra es un teatro, pero tiene un reparto deplorable.
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Los cautos rara vez se equivocan.
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Por un clavo se perdió una herradura, por ésta un caballo, y por éste el jinete, que fue capturado y muerto por el enemigo.
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Yo no procuro conocer las preguntas; procuro conocer las respuestas.
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El lógico desequilibrado se afana por aclararlo todo y todo lo vuelve confuso, misterioso. El místico, en cambio, consiente en que algo sea misterioso para que todo lo demás resulte explicable.
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Si sufres injusticias consuélate, porque la verdadera desgracia es cometerlas.
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Hay tres maneras de arruinarse: las mujeres, el juego y los técnicos. La más placentera, las mujeres. La más rápida, el juego. Pero la más segura, los técnicos.
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Lo importante no es escuchar lo que se dice, sino averiguar lo que se piensa.
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Yo amo a aquel que desea lo imposible.
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Si quieres la paz, no hablas con tus amigos. Hablas con tus enemigos.
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Desear la inmortalidad es desear la perpetuación de un gran error.
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Algunos oyen con las orejas, algunos con el estómago, algunos con el bolsillo y algunos no oyen en absoluto.
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Quien me insulta siempre, no me ofende jamás.
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Cuanto más la practico, con mayor claridad advierto lo lejos que estoy de la plena expresión de la no violencia en mi vida.
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No vayas a creer lo que te cuentan del mundo (ni siquiera esto que te estoy contando) ya te dije que el mundo es incontable.
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Aunque apenas pueda resistir mis males, prefiero padecerlos a merecerlos.
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Así como toda carencia es desgracia, toda desgracia es carencia.
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En lo que parecemos, todos tenemos un juez; en lo que somos, nadie nos juzga.
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Que el cielo exista, aunque nuestro lugar sea el infierno.
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Cuando alguien asume un cargo público debe considerarse a sí mismo como propiedad pública.
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La ternura es el reposo de la pasión.
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Como no sabían que era imposible lo hicieron.
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La raza humana tiene un arma verdaderamente eficaz: la risa.
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En la pelea, se conoce al soldado; sólo en la victoria, se conoce al caballero.
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El que no se aplique nuevos remedios debe esperar nuevos males, porque el tiempo es el mayor innovador.
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Siempre el traidor es el vencido y el leal es el que vence.
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La soledad es una gran fuerza que preserva de muchos peligros.
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No hay tonto más molesto que el ingenioso.
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La gente te pide críticas, pero en realidad sólo quiere halagos.
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La acción no debe ser una reacción sino una creación.
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Equivocarse es humano y perdonar es divino.
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Siempre es bueno dar consejos, pero darlos buenos es fatal.
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Averguénzate de morir antes de haber conseguido alguna victoria para la humanidad.
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Todos matan lo que aman: el cobarde, con un beso; el valiente, con una espada.
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Al comprar una casa, piensa en el vecino que adquirirás con ella.
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Hay poca gente lo bastante cuerda que prefiera la censura provechosa a la alabanza traidora.
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Una de las principales enfermedades del hombre es su inquieta curiosidad por conocer lo que no puede llegar a saber.
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Si queremos gozar la paz, debemos velar bien las armas; si deponemos las armas no tendremos jamás paz.
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Nadie diga de esta agua no beberé.
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Qué desagradable resulta caerle bien a la gente que te cae mal.
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El optimista es una parte de la respuesta. El pesimista es siempre una parte del problema.
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Es bueno seguir la pendiente con tal que sea subiendo.
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Una acción es la perfección y la publicación del pensamiento.
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Equivocarse es humano, perseverar voluntariamente en el error es diabólico.
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Yo soy una parte de todo aquello que he encontrado en mi camino.
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Lo absurdo de una cosa no prueba nada contra su existencia, es, más bien, condición de ella.
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A la sombra de un hombre célebre hay siempre una mujer que sufre.
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Calumniad, calumniad que algo quedará.
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El sol brilla en todas partes, pero algunos no ven más que sus sombras.
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Para quienes no ansían sino ver, hay luz bastante; más para quienes tienen opuesta disposición, siempre hay bastante oscuridad.
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A quien dices el secreto das tu libertad.